La Selección Mexicana parecía condenada a sufrir una derrota en el segundo amistoso del parón FIFA frente a Corea del Sur. Sin embargo, cuando el reloj apretaba y las críticas amenazaban con aparecer, apareció Santiago Giménez. El canterano de Cruz Azul volvió a mostrar la jerarquía que lo ha llevado a consolidarse en Europa, y marcó un golazo de la chistera en los minutos finales.

El Bebote había ingresado de cambio por Raúl Jiménez y respondió de la manera que mejor sabe. Recibió la pelota fuera del área, giró con una maniobra elegante y, con un disparo colocado, dejó sin opciones al guardameta coreano. Fue un gol que no solo rescató al Tri poniendo el 2-2 definitivo, sino que también alivió la presión sobre quien todavía acarrea críticas con la playera nacional.

Al término del encuentro, Giménez no ocultó su emoción por volver a marcar con México, destacando sobre todo el esfuerzo colectivo y el respaldo de la afición. “Muy emocionado por el gol, pero más por apoyar al equipo, ya me faltaba esa sensación de ayudar con un gol. El público se lo merecía, pagan un boleto para vernos y lo menos que podemos hacer es matarnos en la cancha”, declaró para TUDN.

“Todos los goles saben igual, tanto de partidos amistosos, de barrio o partidos oficiales. Nosotros como delanteros disfrutamos mucho cuando hacemos goles porque ayudamos al equipo. Quiero felicitar al grupo que nunca se rindió, no bajó los brazos”, añadió dejando una lección de humildad al resaltar al grupo por sobre su individualidad.

Sobre la comunión existente dentro del seleccionad nacional, el surgido de La Noria comentó que “estamos muy convencidos de lo que somos como grupo y como equipo. Estamos convencidos del Vasco y su cuerpo técnico”. “Creemos que vamos por buen camino“, lanzó al final, expresando su sentir de cara al Mundial.

El mensaje de Santi Giménez a sus detractores en México e Italia

En otro tramo de sus declaraciones y con madurez, Santi restó importancia al ruido externo y puso su confianza en el trabajo diario. “Yo siempre lo he dicho, al final todo pasa rápido. Alrededor hablan, pero yo confío en Dios, en mi camino, en mi trabajo. Estos altibajos son parte del futbol, pero estoy seguro de que Dios me va a empoderar para irme para arriba”, sentenció.

El golazo ante Corea fue la mejor respuesta posible, y su discurso posterior sirvió para redondear una jornada que combinó su calidad futbolística con esa sencillez personal que lo caracteriza.