CuandoRicardo Peláez era el director deportivo de Cruz Azul, entre mayo de 2018 y septiembre de 2019, la Máquina Cementera sondeó en varias ocasiones al delantero ecuatoriano Renato Ibarra, que durante todo ese periodo vistió la playera del América; yconsiderando que fue el mismo mánager quien lo llevara a las Águilas, su llegada a La Noria no se veía como algo descabellado.

Sin embargo, el alto precio que ponían en Coapa por el pase del delantero, terminó por mermar su posible fichaje por Cruz Azul. Hoy, casi un año después de que Peláez se fuera de la Máquina, el nombre de Ibarra sigue rondando en las cabezas cementeras.

Renato Ibarra es jugador del América desde mediados de 2016. (Foto: Jam Media)

Renato Ibarra es jugador del América desde mediados de 2016. (Foto: Jam Media)

¿Cuál es el problema? Que Renato Ibarra tuvo problemas legales por violencia de género este año, razón por la cual estuvo preso en el Reclusorio Oriente por alrededor de 10 días, y al menos hasta septiembre debe firmar bimensualmente como una de las condenas que surgieron luego del juicio en su contra.

Por esa razón son varios los clubes que han desistido de fichar a Ibarra, ya que si bien su calidad futbolística es innegable, las directivas no quieren ver manchado su nombre al fichar y “apoyar”, de esa forma, a una persona implicada en violencia intrafamiliar.

No obstante, según reveló la columna de opinión de Jonatan Peña en Diario Récord del día de hoy, la directiva azulcrema pretende vender a como dé lugar a Ibarra en el próximo mercado de pases, y aunque hoy siguen brindándole su apoyo puesto que está lesionado y en plena recuperación en Coapa, piden 5 millones de dólares y Cruz Azul sigue dentro de la lista de interesados por el ecuatoriano.

La gran piedra de tope celeste es su historial delictivo. “Clubes como Toluca, Tijuana, Tigres, Pachuca, Pumas y Cruz Azul ven con muy buenos ojos sus condiciones futbolísticas, pero la piensan seriamente por su reputación a partir de lo sucedido legalmente”, sentencia. ¿Qué tal?