Uno de los trabajos más antiguos, vinculados con Cruz Azul, era el de los visores en el extranjero. Contratados desde hace muchos años, la mayoría eran exfutbolistas cementeros que, desde sus países de origen, enviaban recomendaciones de jugadores jóvenes y que pudieran ser de interés de la directiva.

La mayoría llegaron de la mano de Guillermo Álvarez, quien pagaba una comisión a los visores en todos los países de Sudamérica cada vez que conseguían cerrar un fichaje para la institución. Muchos funcionaban como promotores, recomendando futbolistas bajo su tutela o representados por amigos de ellos.

Hasta que esta semana, la nueva directiva de Cruz Azul determinó cortar el contacto con los visores sudamericanos. Una de las razones es que tenían vínculos con Billy, y en la actualidad están cerrando todo aquello que tenga relación con el otrora presidente cementero hasta agosto de 2020.

La gran duda que queda, tras esta determinación de los dirigentes actuales, es por qué la Máquina rompió el vínculo con sus scouters: Razones económicas, porque ya no están interesados en en buscar futbolistas en Sudamérica, por razones más bien "políticas" relacionadas a los Álvarez, o porque la modernidad tocó la puerta de La Noria.

En la actualidad, la mayoría de los clubes importantes alrededor del mundo tienen un sistema de scouting vinculado a la dirección deportiva y al cuerpo técnico, y trabajan con softwares computacionales, los cuales recomiendan futbolistas según perfil y presupuesto. ¿Será esta la nueva realidad de Cruz Azul?