Ignacio Rivero se reafirmó como ese capitán al que solo le falta la cinta de capitán en el brazo, sube, baja, corre como nadie, se entrega y como pocos siente la camiseta con tanto amor. Le puso su firma al gol del triunfo y besó el escudo de Cruz Azul, en el partido más importante y cuando más se le necesitaba. Muy a lo Nacho Rivero.
Por si fuera poco, el futbolista más completo que presume La Máquina, y desde luego todo un ídolo de la afición, todavía se detuvo al finalizar el encuentro en el Estadio Aztecapara dar sus impresiones a los medios, luego de la victoria que selló el pase del equipo cementero a la Liguilla del Apertura 2022, tras vencer 1-0 al León.
En la pregunta más directa se le cuestionó a Nacho Rivero por las posibilidades que tieneCruz Azul de pelear por el título este torneo, pero la respuesta, con un toque de soberbia y mucha seguridad, como quien realmente ama y cree en estos colores, fue la que enamoró a toda la afición cementera, como si eso se pudiera todavía más.
¿Se le puede competir a cualquiera, Nacho? “Obviamente, es Cruz Azul, amigo”, lanzó el jugador uruguayo con total confianza y una sonrisa que reafirmó las ilusiones en la tribuna: La Máquina está en la Liguilla y más que lista para pelear por la décima estrella, luego de apuntalarse como un firme candidato al título en el Apertura 2022.
El milagro de La Máquina
“Pasamos muchas cosas, muchas adversidades, pero bueno, estamos fuertes, venimos de menos a más, esto es Cruz Azul. Hicimos mea culpa, hablamos mucho dentro del vestuario, qué era lo que había que corregir. Aseguir trabajando y el camino ya lo están viendo ustedes. Duro, puertas adentro y listo”, lanzó el referente cementero.
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