Solo queda el recuerdo de Diego Armando Maradona. El astro del futbol mundial murió esta mañana al sufrirun paro cardiorrespiratorio en su casa del barrio de San Andrés, en la localidad de Tigre (Argentina), lugar donde se encontraba recuperando tras la operación que se le realizó por un coágulo en el cerebro.
Conocida la noticia, el impacto que generó en cada rincón del planeta no tiene parangón alguno con ningún otro hecho suscitado de interés mundial hasta la fecha. Desde Cruz Azul se enviaron las condolencias respectivas a través de un Comunicado Oficial, y fue precisamente un exjugador de La Máquina, Carlos Hermosillo, quien concedió una entrevista y recordó los momentos que vivió con D10S.
“Cuando vino a jugar mi partido de despedida fue muy bueno. Fui un afortunado de jugar con él”, recordó Hermosillo en una entrevista para WDeportes. Y es que Maradona fue uno de los 44 jugadores que estuvieron en el encuentro de despedida del máximo anotadoren la historia de los cementeros.
Fue en el 2002, un año después de su retiro profesional, que Cruz Azul ideó un partido entre los Amigos de Hermosillo contra el propio club cementero. Personajes de la talla deJürgen Klinsmann y el mismo Maradona, fueron los mayores atractivos de un choque que terminó con empate a 5.
Sin embargo, uno de los hechos más curiosos fue la llegada del ’10’ al estadio. Hasta con 45′ minutos de retraso se presentó El Diego en el recinto, situación que llevó al público a cargarlo de abucheos. Según las informaciones de aquel encuentro, Maradona cobró 25 mil dólares por la participación en el duelo.
Empezado el partido, y con todas las cámaras apuntando hacia el Campeón del Mundo con Argentina, el público cambió los silbidos por aplausos ante las destrezas del ídolo que mostró sobre el terreno, en donde provocó un penal que fue transformado por el propio Hermosillo.“Diego estaba muy malito y qué bueno que esté descansando. Era un gran amigo y lo vamos a extrañar”, declaró hoy el Gigante de Cerro Azul en uno de los días más tristes para el futbol.
