Fue el 1 de agosto de 2020. Ese día se difundió una carta en la que Guillermo Álvarez Cuevas, en ese entonces presidente de Cruz Azul y de la Cooperativa con el mismo nombre, presentaba su renuncia al cargo. ¿Los motivos? No eran explicitados, pero tenían relación con una serie de delitos económicos a los que era acusado Billy.

Un año y tres meses han pasado, la Máquina y la cementera ya tienen una nueva directiva, Álvarez sigue prófugo e intentando levantar las órdenes de captura que pesan en su contra. Incluso es la Interpol quien busca al otrora mandamás del club celeste, ya que es acusado de lavado de dinero, malversación de fondos y delincuencia organizada.

Sin embargo, este miércoles, un juez del Juzgado Décimo del Distrito de Amparo en Materia Penal le negó el amparo a Billy y a su hijo Robin, por lo que la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) continuará con las órdenes de captura vigentes que recaen sobre el ex directivo cementero.

Guillermo Álvarez Cuevas, su cuñado Víctor, su hijo Billy y otras siete personas tienen más de una orden encima, y según el sitio web Sin Embargo, "las órdenes fueron emitidas luego de una denuncia realizada en 2020 por parte del Consejo de Administración de la Cooperativa La Cruz Azul, porque son acusadas de crear un fideicomiso sin tener las facultades".

Con la negación al amparo solicitado, la justicia mexicana y también la Interpol, personalizada en distintos organismos alrededor del mundo, pueden capturar a Robin y Guillermo Álvarez y proceder a enjuiciarlos e investigarlos por los delitos que se les endosan, todos ligados a la Cooperativa La Cruz Azul.