Si algo ha caracterizadoa Cruz Azul en los últimos años es el poco tino a la hora de fichar extranjeros. Con un límite de cupos para foráneos, los cementeros se han encargadode cubrirlos todos con futbolistas irregulares que terminan siendo cedidos, vendidos, y olvidados. El caso más reciente lo ocupa Jonathan Borja, del que pocos se acuerdan y nadie extraña.
Llegó a principios del 2020 para disputar el Clausura después de un semestre pletórico con El Nacional (Ecuador). Su ‘currículo’ describía potencia, fuerza, velocidad, regatey gol como caractéristicas destacables. Y a pesar de su corta edad (26 años), el nacido en Ibarraestaba llamado a ser un referente en un nuevo Cruz Azul.
Un año después de su presentación, su bagaje se resume en una línea: seis partidos y un gol. Ese fue el “rendimiento” de un futbolista al que se le atribuyen buenas características físicas pero con graves problemas de actitud. En sus inicios con La Máquina, pasó el respectivo proceso de adaptación viendo pocos minutos.
Su mejor momento llegó en la Concachampions, en la llave ante el Portmore United, en donde anotó su único gol como celeste. La aparición de la pandemia obligó a suspender el Clausura, y con el se iba el torneo de adaptación. Ya en el Guard1anes 2020, una pregunta rondaba el ambiente: ¿Robert Siboldi contará con Borja? La respuesta era un contundente NO.
Juega bien, pero…
Con el correr de las jornadas del campeonato se hizo patente una realidad: Borja no entraba en los planes del charrúa. Los números, tan certeros como fríos, así lo reflejaban: no fue sino hasta la jornada cuatro que debutó, y solo con 2′ minutos en el campo. Pasaron siete jornadas más hasta que volviera ingresar en el césped, esta vez por espacio de 6′ minutos.
Dos jornadas después, la misma dósis: 11′ minutos y sumando. De allí en adelante, no se le vio más. “Es un buen jugador, pero tiene un serio problema de actitud. Se toma en broma los entrenamientos”, dijo una fuente interna de La Noria, que descartó un problema personal entre el entrenador y el jugador.
“Excusas, solo excusas”, replicó Borja a estas declaraciones en una historia de Instagram. Su respuesta le valió serapartado del grupo, y con ello finiquitó su estancia en Cruz Azul. Tras aquella publicación, no se supo más de Borja, quien no volvió a entrar en ninguna convocatoria. “Voy a contar con todos”, habíaSiboldi a inicios del Guard1anes… con todos menos con Borja, se olvidó de aclarar.