El ‘tándem’ que formaron Ricardo Peláez y Pedro Caixinha al frente de Cruz Azul, seguidos bajo la mirada escrutadora de Billy Álvarez, desembolsaron cerca de 80 millones de dólares para reforzar al equipo en los torneos que estuvieron a cargo del club.Sin cumplir el objetivo deseado, la salida de ambos era irremediable al dejar las vitrinas -y las arcas- vacías después de semejante inversión.
Dos años después de aquel hecho, y ahora con un Cruz Azul en ‘estado de gracia’ y batiendo todos los récords, el entrenador portugués mira de reojo la situación y no tiene reparo en afirmar que lo logrado hasta ahora, también debe llevar su sello. “Dejamos el 80% de la base de este equipo”.
“Lo que intentamos hacer fue poner una identidad ganadora y en ese tiempo conseguimos dos títulos. Ese equipo, a pesar de perder la Final de la Liga (Apertura 2018), está habituado a estar ahí y todas esas son bases para que este año pueda ser el bueno”, aseguró Caixinha en una entrevista con ESPN.
Durante su paso por el banquillo de los cementeros, la institución se consagró tanto en la Copa MX como en la Supercopa MX, títulos que llenaban el palmarés del equipo, pero que distaban mucho del principal objetivo: la Liga MX. A pesar de no haberlo conseguido, el entrenador arguyó que ahora se está más cerca de lograrlo tras un gran trabajo previo que el mismo se adjudica.
“El éxito de un equipo se conforma de todo y eso puede ser parte del trabajo de todos y las cosas están para poder concretarse y que entiendan que es un equipo grande, que tiene esa identidad y las condiciones para estar en ese nivel y conquistar el trofeo”, remarcó.