Guillermo Fernández llegó a Cruz Azul a mediados de 2019 y con un cartel de figura del futbol argentino, luego de convertirse en campeón con Racing Club. Sin embargo, su carrera en la Máquina se extendió por apenas seis meses y pidió su salida del club, para volver a su país natal.

El contrato que Pol firmó con Boca Juniors implicaba un préstamo de seis meses hasta fines de 2020, con una cláusula que rondaba cifras cercanas a los 4,5 millones de dólares, y aunque a principios de octubre habían llegado a acuerdo ambos clubes para las formas de pago que seguirían, fue el jugador quien rechazó la nueva propuesta.

 

Informaciones desde Argentina aseguraban que Fernández no renovó con los Xeneizes porque Cruz Azul tendría una deuda con el padre y agente del jugador, por lo que esperará a tener un arreglo con los mexicanos antes de asegurar su permanencia en el elenco argentino. Toda negociación quedó en stand-by hasta nuevo aviso.

 

 

No obstante, según informó el periodista Federico Cristofanelli de Infobae, las pláticas entre ambos clubes se retomaron y Boca intentará reducir el precio de costo de la cláusula de Fernández, que estaría avaluada en 7 millones de dólares y ellos solamente estarían dispuestos a pagar 4,5.

Teniendo en cuenta que la Comisión Futbol de Boca Juniors quiere renovar al jugador, están dispuestos a todo para mantenerlo en el elenco de cara a 2021 y por el resto del campeonato, por lo que buscarán convencer a Cruz Azul de venderlo en las próximas semanas.