Cruz Azul tenía una cita con la historia… y esta vez no falló. En una noche que quedará grabada a fuego en los libros del club, el Estadio Olímpico Universitario fue el escenario perfecto para una epopeya celeste: una victoria imponente por 5-0 sobre Vancouver Whitecaps, con la que la Máquina conquistó su séptima Concacaf Champions Cup.
Pero más allá del resultado, hay un nombre que quedará eternamente ligado a esta hazaña: Vicente Sánchez. El entrenador uruguayo asumió el timón en medio del caos, tras la sorpresiva salida de Martín Anselmi. Sin promesas ni discursos grandilocuentes, se puso el overol y comenzó una misión titánica: reconstruir un equipo golpeado y devolverle la fe a La Noria.
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En silencio, con trabajo y coraje, Sánchez tejió su obra. A pesar de apenas dos derrotas en más de 20 partidos, su trabajo fue sometido a una lupa constante. La dolorosa eliminación ante América en semifinales de Liga MX parecía una sentencia anticipada. Sin embargo, el destino le tenía guardado un último acto: una noche inolvidable en la que Cruz Azul tocó el cielo.
Y fue ahí, cuando el árbitro pitó el final, que Vicente mostró su costado más humano. Cayó de rodillas sobre la línea de cal y rompió en llanto, dejando escapar todas las emociones contenidas durante semanas. Eran lágrimas de orgullo, de alivio, de entrega absoluta. Lágrimas que contaban una historia de resistencia, de fe, de un hombre que no se rindió.
En la gloriosa noche cementera, Vicente Sánchez no solo ganó un trofeo. Escribió su nombre en la historia grande de Cruz Azul. ¿Bastará para que la directiva cambie repentinamente de opinión y le dé una oportunidad de permanecer otros seis meses en la institución?
La imagen de Vicente Sánchez arrodillado tras el final de un partido importante se ha vuelto habitual (Imago7)
El gesto de Nacho Rivero con Vicente Sánchez que emociona a todo Cruz Azul
Luego de ver cómo Vicente Sánchez se encontraba en el piso visiblemente emocionado, se pudo ver como Ignacio Rivero, el gran capitán de este barco dentro del campo, tuvo un gran gesto con el DT. El uruguayo se acercó a su compatriota y le dio un sentido abrazo que esconde mucho más que lo que las cámaras mostraron en la transmisión oficial.
