Para ser un verdadero grande, debes ser reconocido por los más grandes y qué mejor prueba de ello que la bendición del Diego a Cruz Azul. Cuenta la historia que un día Maradona, el más grande astro de la pelota, le aplaudió de pie al equipo cementero, luego de hacer historia en la tierra del futbol: Argentina.
Fue el 20 de junio del 2001, el día que La Máquina venció a Boca Juniors en La Bombonera. El equipo cementero será recordado siempre por ser el primer equipo mexicano en disputar la Final de la Copa Libertadores, vencer a los argentinos en su casa y después ser aplaudido por el considerado mejor futbolista de la historia.
Así lo narró uno de los protagonistas de aquella Final histórica, la cual, desafortunadamente, se le escapó a Cruz Azul en los penales. Melvin Brown recordó el momento en el que la afición de Boca Juniors se les rindió y, en especial, el Diego, quien se encontraba en su palco, como era toda una tradición.
“Yo creo que somos de los pocos equipos que hemos ido a ese estadio, a ese templo del futbol y nos han aplaudido. Cuando metimos el gol se callaron, después cuando nos fuimos a penales y ellos nos ganan, toda la gente nos aplaudió. El mismo Diego Armando Maradona, que era fanático, que estaba ahí en el estadio en su palco, nos aplaudía porque hicimos un gran partido. Para nosotros fue magnífico”, contó el excementero en exclusiva para Vamos Azul.
¿Maradona era aficionado de Cruz Azul?
Este día, Diego Armando Maradona festejaría su cumpleaños número 64 y los recuerdos llegan, entre todos los míticos que firmó desde la cancha y también fuera de ella. Entre ellos, cuando vistió la camiseta cementera, no una, sino dos ocasiones.
En la primera, apareció como un aficionado celeste más, con la camiseta de la marca Fila y el 10 en el dorsal, el cual le pertenecía en aquel entonces a su amigo y compatriota Matute Morales. En la segunda, el Campeón del Mundo se dejó ver con la camiseta de La Máquina, en compañía del Chelito Delgado.
Y es que, ambas veces lució como cementero gracias a la amistad que tenía con sus compatriotas. Con el Matute, incluso, fue en su regreso a México, años después de haber levantado la Copa del Mundo, jugó una ‘cascarita’ con el excementero y ahí se inmortalizó la histórica postal.