El 26 de mayo de 2013, el Estadio Azteca fue testigo de una de las finales más recordadas (y dolorosas) de la historia reciente de Cruz Azul. La Máquina llegaba con la ilusión de conquistar la Liga MX, tras más de 10 años de sequía y de finales fallidas. Sin embargo, el desenlace del partido ante América dejó un sabor amargo que aún resuena en La Noria.
Para Yosgart Gutiérrez, entonces arquero del equipo azul, fue un golpe duro que todavía guarda en la memoria. En entrevista para el podcast La Capitana, confesó que “es una de las finales que más me ha dolido“. “Fue de verdad algo muy doloroso para todos, no solamente para mí, porque era una final que prácticamente ya teníamos en la bolsa ganada, y de repente te lo quitan así como si nada“, recordó en primera instancia.

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“Fue algo de esas cosas que pasan o pasaron en Cruz Azul que no tienen explicación“, continuó contando. El relato de Gutiérrez retrata la frustración que mostró luego a un vestidor devastado: errores inexplicables, fallas increíbles y un autogol que terminó por sellar la derrota. “El vestidor después de eso era un velorio completamente“, recordó.
Luego, el ex portero también habló de la resiliencia que tuvo que mostrar el equipo. Tras la derrota, el plantel tuvo que “darle vuelta a la página”: “tuvimos nuestro duelo por esa final y de vacaciones. A mí, la verdad, me costó asimilarla“.
Allí, comentó que hicieron “de todo para ver si nos cambiaba un poco la suerte: charlas con psicólogos, coaching”. “Cuando regresas tienes que ponerte las pilas otra vez. Porque ya estás por jugar otro partido muy pronto, no puedes estar lamentándote. No, hay que ir a buscar la revancha“, añadió.

Yosgart Gutiérrez recordó la final perdida ante América por el Clausura 2013. (Imago7)
Yosgart Gutiérrez señala quién era su ídolo en Cruz Azul
Gutiérrez no dudó al hablar de su ídolo dentro de Cruz Azul: Óscar Pérez. Para él, el histórico portero fue mucho más que un referente dentro del club: “lo tengo como un estandarte de Cruz Azul, como un ídolo. Yo cuando lo miraba entrenar me impresionaba el Conejo, un tipo rapidísimo, con un salto espectacular, unos reflejos magníficos“.
Más allá de la admiración, Yosgart reconoce la influencia directa que tuvo el Conejo en su desarrollo como arquero. “Lo veo como un maestro, más allá de que somos estilos muy diferentes, alguien que me enseñó algunas cosas y que adapté algunas cosas que él tenía para mí”, afirmó.