Entre el segundo semestre del 2015 y el segundo del 2017, Cruz Azul sufrió una de las peores épocas en la historia de la institución. Si bien se invirtió mucho dinero en contrataciones, la mala elección de entrenadores y de futbolistas generó que el club no fuera competitivo en la Liga MX. Debido a que el main sponsor durante esos años fue Boing, la afición nombró esta era con ese nombre.

Lo cierto es que pasaron demasiados jugadores por La Noria durante la Era Boing, la mayoría dejó más decepción que alegrías. Uno de los fichajes más extravagantes que se realizaron durante ese tiempo fue el de Matías Vuoso (verano del 2015), quien había quedado en libertad de Atlas. Aunque no estaba en su mejor momento, había sido clave con Santos para ser campeón en 2008 y tenía un pasado en América, la Selección Mexicana y en el Manchester City, en donde ni siquiera debutó.

La realidad es que el argentino se convirtió en un símbolo de la Liga MX por tener una jerarquía envidiable. Sin embargo, a La Máquina llegó en uno de los momentos más bajos de su carrera y terminó convirtiendo solo 10 goles en 35 partidos disputados. Por supuesto, el contexto tampoco ayudó para que Vuoso pudiera destacarse con la playera celeste.

En una entrevista con Yosgart Gutiérrez, Matías Vuoso explicó el gran problema que tuvo Cruz Azul durante esa época: “Siempre digo que es el lugar más familiar que me tocó. Era un ambiente muy familiar pero eso a veces ayuda, y a veces no. Me tocó un año nada más pero había cositas… nosotros clasificamos a la liguilla y sentía que al equipo le faltaba ser más rebelde. Quizás fue parte de los jugadores; nos faltó más malicia, revelarnos un poquito más”.

La conflictiva llegada de Matías Vuoso a Cruz Azul

El arribo de Vuoso a La Noria fue en medio de un conflicto que tenía el futbolista con Atlas, quien le debía meses de sueldo. Debido a que en la Liga MX existía el pacto de caballeros, Cruz Azul no podía registrarlo hasta que el jugador llegara a un acuerdo con su antiguo club. Incluso, el naturalizado mexicano contó que tuvo algunos inconvenientes con Billy Álvarez para cerrar su llegada ante este contexto.

“Yo tenía una controversia (con Atlas) y en Cruz Azul me pedían que no diga nada porque no se quería ver envuelto, pero yo estaba peleando por lo mío. Son cosas que pasan acá en el futbol mexicano. No me puedo quejar porque a mí me pagaron; tarde, pero me pagaron. Yo estaba libre y Cruz Azul tenía que arreglar con Atlas por el pacto de caballeros y yo dije que hasta que no me pagaran todo, no iba”, explicó el delantero.