Martín Anselmi atraviesa un presente turbulento en el FC Porto. A tres meses de su llegada, el técnico argentino no ha logrado encender la chispa que se esperaba en el vestuario ni en la cancha. Su equipo, lejos de ser competitivo, se muestra con un rendimiento que no justifica la apuesta hecha por la directiva.
Con un balance de 6 victorias, 3 empates y 3 derrotas en la liga, los Dragones se alejaron de la lucha por el título y ocupan un inesperado cuarto puesto, por detrás incluso del Braga. La ilusión inicial con la que fue recibido se diluye a medida que los partidos evidencian la falta de respuestas tácticas y anímicas del entrenador.
Desde su primer partido, Porto no ha encontrado una dinámica positiva. Las críticas en Portugal apuntan a un problema más profundo: el método que Anselmi aplicó con éxito en Independiente del Valle y Cruz Azul parece no haber encajado ni en la cultura futbolística del club ni en el perfil de sus jugadores.
El sistema 3-4-3, su sello táctico, es señalado como uno de los factores de mayor confusión dentro del plantel. Según el diario A Bola, en lugar de revitalizar al grupo, la llegada del técnico argentino no generó el impacto psicológico esperado y su idea estratégica terminó desorientando más que potenciando.
La prensa portuguesa ha sido especialmente dura: se habla de un “error de casting” y de un proyecto que no logra despegar ni desde el juego ni desde los resultados. “El modelo que funcionó en Ecuador y la Liga MX no ha tenido el impacto esperado en Portugal”, señalan, al tiempo que cuestiona si Anselmi ha sido capaz de adaptar su idea a la realidad del FC Porto.
¿Qué puede esperar Martín Anselmi de cara al futuro en Porto?
El entorno del club portugués empieza a mirar hacia el futuro con escepticismo respecto a la presencia de Martín Anselmi. Aunque su llegada al club fue una decisión consciente por parte de la dirigencia, cada vez son más las voces que piden un cambio de rumbo y esto podría terminar dinamitando las esperanzas del argentino de mantenerse en el cargo.
El presidente André Villas-Boas todavía cuenta con respaldo, pero ya se le exige una elección más firme y con mayor autoridad para el próximo ciclo. En ese contexto, nombres como Abel Ferreira o Jorge Jesús empiezan a sonar como alternativas, aunque su alto coste económico podría representar un obstáculo difícil de sortear.