El mercado de invierno empieza a moverse fuerte para Cruz Azul pensando en 2026. La directiva busca protagonismo en Liga MX y Concachampions, además de ofrecer un proyecto atractivo rumbo al Mundial. En ese contexto, en las últimas horas tomó fuerza una negociación que promete sacudir el mercado: César Montes ya mantiene pláticas avanzadas con La Máquina como posible refuerzo de jerarquía.
El defensor de 28 años, hoy en el Lokomotiv de Moscú, ve con buenos ojos un regreso a México tras su paso por España y Rusia. Titular habitual en la Selección, Montes apunta a llegar con continuidad al Mundial 2026 y Cruz Azul aparece como el escenario ideal. Para Nicolás Larcamón, su llegada significaría una solución inmediata tras la lesión de Jesús Orozco.
Eduardo Águila y Jesús Gómez, en la mira
Adrián Esparza Oteo fue contundente al bajar el tono de la ilusión por César Montes. En el Podcast de la Máquina explicó que los números que rodean al defensor son inviables hoy para Cruz Azul, tanto por el costo del pase como por el salario. “Hoy por hoy lo de César Montes es una locura por el precio y por el sueldo”, afirmó sin rodeos, marcando un límite claro para la directiva.
Ante este escenario, Cruz Azul ya activó un plan alternativo dentro del mercado nacional para cubrir la baja de Jesús Orozco. Los nombres que ganan fuerza son Eduardo Águila y Jesús Gómez, opciones más accesibles y realistas. Según Esparza Oteo, el club ya consultó condiciones por ambos defensores, apuntando a reforzar la zaga sin comprometer el equilibrio financiero.
Otro competidor por Palavecino
El mercado del Clausura 2026 explotó con el nombre de Agustín Palavecino como objetivo central de los clubes grandes de la capital. Cruz Azul tomó la iniciativa y, según Fox Sports, incluso presentó una oferta formal para sumar al volante argentino, convencido de que su talento podía marcar la diferencia tras un torneo irregular. Sin embargo, el escenario cambió cuando apareció un competidor directo que elevó la dificultad de la operación.
Ese rival fue el Club América, que también intentó seducir al mediocampista para reforzar su creación, pero chocó con exigencias económicas muy altas por parte de los dueños de su pase. Cuando parecía un duelo entre gigantes, surgió un tercer actor inesperado: Xolos de Tijuana, que entró fuerte en la puja y le ofreció a Palavecino ser el eje absoluto del equipo.
