Rodrigo Huescas fue condenado a pasar 20 días en prisión luego de una sentencia por parte del Tribunal Municipal de Copenhague. El canterano de Cruz Azul violó las leyes de tránsito de Dinamarca y también será obligado a pagar unas 7000 mil coronas danesas, un equivalente a poco más de $1000 dólares estadounidenses.
Dinamarca es uno de los países más seguros a nivel global. Sus cárceles son modelos de gestión para la rehabilitación de los condenados, algo diametralmente opuesto a la realidad de las prisiones de Latinoamérica, en donde el hacinamiento y las disputas entre los reclusos son la constante diaria.
En relación a los 20 días de prisión que marca la pena, ahora hay que llegar a un acuerdo con el Servicio Correccional danés, quienes serán los responsables de dictaminar cómo se pasan esos 20 días: en una cárcel del país europeo o un arresto domiciliario con tobillera electrónica. Tanto Huescas como el FC Copenhague esperan que sea la segunda opción, pero aún no hay dictamen para esa decisión.
En caso de que Huescas deba cumplir su pena entre las rejas, Dinamarca ofrece parte de los mejores centros penitenciarios del mundo. La prisión de Storstrom, por ejemplo, parece un hotel de lujo. Dentro de sus instalaciones se encuentran comodidades más propias de un resort que de una cárcel: canchas de futbol, espacios de lectura, caminos verdes, bibliotecas…
Prisión de Storstrom
La Prisión Vestre, o Prisión Occidental, en cambio, parece sacada de una película medieval. Es la más grande del país y se encuentra en la ciudad de Copenhague. Se trata de un castillo construido a finales del siglo XIX y su capacidad es para 530 reclusos, lo que lo convierte en la de mayor envergadura en Dinamarca.
De acuerdo al Informe Mundial sobre Prisiones (WPB), una base de datos que ofrece acceso a la información sobre los sistemas penitenciarios de todo el mundo, el 29,0% de la población carcelaria es de origen extranjero según los datos extraídos en el 2024.