Vino de nuestras fuerzas básicas, batalló toda su vida por una oportunidad, cuando la tuvo la afición lo criticó, el medio lo destrozó, pero llegó Pedro Caixinha a darle confianza y respondió dándole la Copa MX a Cruz Azul.
Por esto, este título se convirtió en algo muy especial para Guillermo Allison, quien pese a tener enfrente al capitán y referente del club como José de Jesús Corona, tras el “espaldarazo” del portugués su juego comenzó a mejorar y fue suficiente para cumplir su sueño de joven: dar una vuelta olímpica con la playera celeste en el pecho.
“Esto me sabe a victoria, la verdad es que es un sueño hecho realidad poder levantar una Copa con el equipo que amo, con el equipo que me ha dado todo, estoy muy agradecido con todos, con la afición, con el cuerpo técnico, con la gente que trabaja en el club que es espectacular, con mis compañeros”, afirmó el portero.