Dos derrotas en las primeras dos jornadas y solo dos goles anotados. Parecía un número fetiche para La Máquina, que recién empezado el torneo volvía a ser presa de los fantasmas que lo han rodeado en las últimas campañas: desazón, decepción y frustración. 

El cambio de aquel pasado tortuoso a este presente alentador ha sido de 360°. Desde aquel fatídico comienzo, cuatro triunfos y un empate con quince goles anotados han dado como resultado que el equipo celeste se encuentre entre los primeros cuatro de la tabla y a solo tres del líder general: pareciera mentira pero basta con ver la tabla para comprobar la realidad.

Una de las claves de este resurgimiento ha sido la vuelta de varios jugadores que por culpa de lesiones se perdieron el inicio del torneo. Igor Lichnovsky y Adrián Aldrete se perdieron la primera jornada por lesión. En la segunda jornada Adrede formó parte del plantel junto con Pablo Cepellini. Y ya en la cuarta el entrenador Robert Siboldi contó en sus filas con Alex Castro y Lucas Passerini. 

Otro aspecto importante ha sido el poder ofensivo del equipo. Cruz Azul es la segunda mejor ofensiva del torneo con 15 dianas anotadas, solo por detrás de las 16 que tienen León y Pumas. 

Elías Hernández está teniendo una “segunda juventud”. El futbolista de 31 años ha participado en siete de los 15 tantos anotados por La Máquina, convirtiéndose en el jugador más influyente del ataque azulcrema.

Luis Romo también corre con un gran momento de forma. Procedente de Querétaro, Romo ha sido un pilar en el mediocampo de Siboldi, e incluso, en el último duelo ante Tigres pudo suplir con solvencia la baja de Pablo Aguilar.

Todo ha influido para que Cruz Azul viva un momento dulce y ahora mismo tenga en sus manos su clasificación a los cuartos de final de Concachampions y la pelea por meterse en puestos de Liguilla. ¿Será este el año de La Máquina?