Miguel Marín
Pues resulta que el partido estaba muy emocionante y estaba subiendo la temperatura en la cancha pues, por la banda derecha, el extremo del Cruz Azul, Fernando Bustos, hacia lo que quería con balón y con rivales, por la banda izquierda las acometidas de Eladio Vera eran el deleite de la tribuna azul,cuando Héctor Pulido en jugada viril, despojó del balón a Carlos Reinoso, quién rodó por los suelos, y al levantarse furioso se fue contra el capitán de la Máquina. En seguida se armó la bolita de “rijosos”, gritos y empellones,un jalón de pelos de Reinoso a Bustos, el árbitro, cuyo nombreno recuerdo, lo ve y se lleva la mano hacia la bolsa, cuando en medio de la trifulca… ahora sí que aparece Superman…síSuperman Marín,quien carga a Reinoso, tomándolo de la cintura llevándolo en vilo. El “Maestro” iba pataleando en el aire, haciendo berrinches, y cuando voltea a ver quien “jijos” lo estaba cargando… vio que era Marín, quien lo estaba alejando de labronca. Entoncesel chilenoya no hizo nada. Nada, pues estaba frente a un grande, así como el mismo Reinoso. Éste quedó lejos del arbitro y a salvo de las tarjetas. Así, por un instante hacian una tregua de caballeros. Después se calmaron los ánimos, el árbitro se guardó la tarjeta y el espectáculo siguió. Un tiempo en que los encuentros entre Cruz Azuly América tenían otro color, otro rostro, otros hombres. Cada quien defendía su playera con gallardía y vergüenza, en la tribuna se disfrutaban al máximo los partidos, pues eran batallas deIGUAL A IGUAL. No había entonces grandes estadísticas del llamado Clásico Joven, ni tanta especulación sobre quién tenia la hegemonía,sólo jugaban, disfrutaban, batallaban, etc. Hasta luego queridos colegas azules… Espero que les haya gustado esta pequeña anécdota. Fco. Javier Cabrera Manzano, aficionado de la Máquina y colaborador de VamosCruzAzul.com Tu opinión nos importa, deja un comentariosobre la nota.