La desaparición, o como prefieren llamarlo desde el club, “pausa indefinida” del Cruz Azul Hidalgo dejó muchos cabos sueltos. Entre estos se cuentan los casos de Antonio Sánchez y Ángel Orelién, dos futbolistas que seguían con contrato con el equipo cementero y que quedaron en un limbo tras la desintagración de la filial de La Máquina en la Liga Premier.
Sánchez llegó de la mano de Ricardo Peláez pero nunca pudo asentarse en el primer equipo. Después de la decisión de Cruz Azul de pausar el proyecto del Hidalgo para dar mayor cabida a las categorías menores, el lateral pasó a las filas del Cancún FC en la Liga de Expansión MX durante este mercado de pases.
El caso de Orelién resulta más complicado. El que es llamado como la nueva “joya panameña” sigue atascado en su situación contractual con los celestes. Su contrato finaliza en el año 2024, pero su cabida dentro de la primera plantilla de Juan Reynoso es una posibilidad remota después de que el propio entrenador peruano no diera el visto bueno a mantener entre sus dirigidos a un jugador que no se presentó a la pretemporada.
De acuerdo a información del periodista Carlos Córdova, Orelién prefirió asistir a los módulos de entrenamiento de la selección de Panamá en busca de un lugar entre los convocados para la Copa Oro. Al final, quedó fuera de los seleccionados Canaleros y en Cruz Azul le han cerrado la puerta tanto en el primer equipo como en la Sub 20.
Siempre y según la información de Córdova, Orelién, vía su representante, está buscando por todos los medios posibles rescindir el contrato que le une con los cementerospor dos años más. Su deseo es seguir jugando y desarrollando todo el potencial que alguna vez le avizoraron en los pasillos de La Noria, pero Reynoso no le quiere ni ver por los campos entrenamiento luego de que no asistiera al llamado de pretemporada y se haya cerrado las puertas a continuar en La Máquina.