Esta mañana, el subsecretario de Salud de México, Hugo López-Gatell, anunció que la Jornada Nacional de Sana Distancia, que terminaría a fines de abril, se extenderá hasta el 30 de mayo para mitigar los contagios de coronavirus en el país.
La idea de las autoridades es fortalecer las medidas ya tomadas para que el 1 de junio pueda verse el reinicio de las clases y actividades productivas, tal como explicara el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Es más, el gobierno mexicano estima que el final de la pandemia del COVID-19 será alrededor del 25 de junio, siempre y cuando sigan cumpliéndose las medidas de cuarentena y sana distancia.
Sin embargo, todo esto perjudica brutalmente al futbol y la Liga MX ve cada vez más lejano un posible regreso del torneo de Clausura 2020, en el cual aún restan siete jornadas, la Liguilla completa y Cruz Azul marchaba como líder.
¿Por qué? Los directivos del futbol mexicano planeaban dos semanas de entrenamientos y “pretemporada” para los clubes, luego jugar en un mes la fase regular y en tres semanas la Fiesta Grande, para así alcanzar a iniciar el torneo de Apertura 2020 a más tardar en agosto.
El problema es que mientras más se retrase el regreso a las prácticas, también lo hará la Liga MX y, pese a que hoy la competencia deportiva está lejos de ser una prioridad para el gobierno, todo indica que tendrán que hacerse modificaciones a los calendarios del futbol si quieren alcanzar a jugar todos los certámenes.