Fue en noviembre de 2016 cuando Santiago Giménez vio su debut en el primer equipo de Cruz Azul. Un partido amistoso ante los Pumas UNAM que terminó con un joven Chaquito de 15 años con la clavícula fracturada, pero en el que alcanzó a compartir cancha con su padre, Christian Giménez.

 

El Chaco, en plática con Mate y Gambetas por Instagram Live, reveló detalles inéditos de los dos primeros debuts de Santi en la Máquina: en 2016 en el amistoso y en 2017 por Copa MX.

"Lo de mi hijo fue muy raro. Se veía que tenías cosas muy interesantes. Tuve la suerte fue un técnico interino (que lo hizo debutar en un amistoso). Después Paco Jémez lo puso en un partido oficial de la Copa MX. Fue algo extraordinario", comenzó a detallar.

Sin embargo, Giménez confesó que ver la fractura de Santi lo sacó del partido y por eso fue que erró el penal. "En el partido que me toca jugar con él, le hacen un penal y se quebró la clavícula. Le pego yo y le erro. Lo erro, pero yo estaba pensando en la fractura", reveló el argentino.

El Chaco, además, contó que al principio, cuando a Santi lo subieron al primer equipo de Cruz Azul, la convivencia era incómoda. Como era el menor, y no tenía tantos amigos con quienes compartir, quería recurrir a su padre. Pero él nunca se lo permitió.

"Yo lo corría a Santi como a mi me hacía el Patrón Bermúdez en las concentraciones con Boca. Cuando estábamos con el mate, él aparecía y yo le decía 'nene, ¿qué haces acá? Acá van los grandes'. Así fue como me formaron", contó entre risas Giménez.