Juan Reynoso vivió un partido intenso en la ida de los cuartos de final de Concachampions. El entrenador de Cruz Azul se mostró muy activo durante los 90' minutos en la banda del Raymond James Stadium y en ocasiones su enojo bordeó los límites del reglamento a la hora de dirigirse a Ricardo Montero, silbante del encuentro.

El momento más algido del entrenador peruano llegó al minuto 28' de la primera parte. Con el empate a uno en el marcador, y ya con un gol anulado a cuestas -con acierto del VAR-, el ánimo de Reynoso llegó a su límite cuando no se pitó un claro penal en favor de los cementeros, que reclamaron una mano clara dentro del área.

 

Tras el cobro de un saque de esquina, Rafael Baca disparó al arco y Jordan Osorio, autor del tanto de los locales, retuvo el esférico con ambas manos separadas del cuerpo. La jugada siguió su curso ante los constantes reclamos del mediocampista celeste, y que cayeron en saco roto ante la pasividad del juez costarricense. 

Captura de la jugada

Captura de la jugada

Segundos después, y sin la pelota en juego, los encargados del VAR hicieron el llamado a Montero para revisar la polémica que supondría el cobro desde los once metros para Cruz Azul. Sin embargo, y ante las consternación de los presentes, el árbitro no consideró que la jugada debía ser rectificado y se puso firme en su decisión: "¡Juegue!"

 

 

Esto elevó la furia de Reynoso, que gracias a los micrófonos a pie de campo y la soledad de los graderíos, se pudo escuchar todas las represalias en contra de Montero. "Acaso no viste el penal. Ahora cambiaste el reglamento", dijo un alternado entrenador celeste. Al final, la justicia deportiva terminó por imponerse y Cruz Azul logró un cómodo 1-3 que les permite tener pie y medio en semifinales... sin la necesidad del penalti.