La vuelta de las semifinales de Liga de Campeones de Concacaf 2021, entre Cruz Azul y Rayados, fue un partido horrible por donde se le mire. El resultado final fue un triunfo cuatro a uno a favor de Monterrey, pero el desafío estuvo marcado por la suspensión, a los 64 minutos, por el protocolo activado por el grito homofóbico que entonó la afición.

El encuentro sufrió dos avisos por parte de los árbitros, también por las bocinas y por la pantalla del estadio Azteca. Sin embargo, ya que los fanáticos de la Máquina siguieron gritándole a Esteban Andrada, los jueces determinaron activar todo el reglamento y pausar el encuentro por 10 minutos para que los agentes de seguridad retirasen a los infractores del recinto deportivo.

Concacaf anunció que iniciará una investigación para determinar responsabilidades de este caso, y Liga MX aseguró que apoyará los resultados a los que llegue la confederación. Los aficionados de Cruz Azul que fueron descubiertos haciendo el grito homofóbico, incluso, podrían ser vetados del estadio hasta nuevo aviso.

Sin embargo, en la directiva de la Máquina tienen miedo de que Concacaf decida sancionar a Cruz Azul debido a los hechos en que incurrieron sus aficionados. Si bien todavía no hay conclusiones, uno de los agravantes sería que el club puso grabaciones de la porra celeste con volumen altísimo en el sonido del estadio para que nadie escuchara el grito.

El problema es que igual se oyó. Y la Concacaf está investigando. Y las sanciones que podrían caerle a Cruz Azul van desde lo económico hasta posibilidades mucho más graves en lo deportivo. La directiva confía en que podrán apelar y no pasar zozobras con el castigo.