Después de que España se coronara como campeona del mundo en Sudáfrica, y tras ver las celebraciones de los ibéricos en pleno centro de Madrid, muchos escépticos entendieron el papel que jugó en ese equipo Pepe Reina, eterno tercer guardameta y una sombra en las alineaciones del entrenador Vicente del Bosque.

El aspecto emocional era el principal eslabón que Pepe superaba con mayor picardía que el resto de sus compañeros, y esto hizo que la confianza y un ambiente distendido se consolidara en la interna de un plantel que sería campeón en el primer Mundial disputado en África. Este papel un tanto díscolo lo ejemplifica Joaquín Martínez en la plantilla de Cruz Azul.

Si bien el Shaggy es el famoso 'todoterreno' que cumple en cada zona del campo, y que además se volvió vital para las rotaciones de Juan Reynoso a lo largo del Guardianes, el defensor es más reconocido por el buen ambiente que genera dentro del vestuario. Una de las últimas muestras de esta condición del ex-Morelia se dio con Christian Giménez como protagonista.

"Tu hijo en un año debutó y te cogió", le espetó al Chaco Giménez en relación a Santi, quien obtuvo el título de campeón apenas dos torneos después de haber llegado al máximo circuito, a diferencia del 'número 10', quien nunca pudo levantar el trofeo de campeón de Liga MX con Cruz Azul.

Otro ejemplo de lo que es Shaggy y su carácter bromista lo dio apenas finalizada la final ante el Santos Laguna. "¿A ti no te tocó esperar tantos años el título?", preguntó Toño de Valdés al jugador, quien respondió: "Gracias a Dios"; el ‘Conejo’, también en la escena, interrumpió la entrevista con un rotundo "No te burles, cabrón".