La directiva de Cruz Azul debió reestructurarse durante 2020, y es que el año pasado Guillermo Álvarez dejó de ser presidente de la Cooperativa y del club de futbol y Víctor Manuel Velázquez y José Antonio Marín tomaron el poder de ambas organizaciones. En la actualidad, es Velázquez quien funge como líder de la cementera y Álvaro Dávila hace sus partes en el área deportiva.

Sin embargo, según reveló la columna de Rubén Rodríguez en diario Récord, en las cúpulas de poder hay un quiebre. En resumen, los altos mandos de la Cooperativa también quieren tomar decisiones futbolísticas, y hoy están viviendo un “estira y afloja” para determinar quién corta el pastel y da las órdenes en la Máquina.

“En Cruz Azul no sólo las cosas en cancha andan mal, internamente la situación de la toma de decisiones y sobre todo el control del área deportiva es un tema en el que los miembros de la Cooperativa no quieren quedarse fuera y cada díaexigen más participación, al grado de dejarse sentir y escuchar”, señala la columna.

Pero, ¿cómo lo están haciendo? “Están decididos a tomar el control del equipo y de las decisiones deportivas de manera directa, esto para evitar que les ocurra lo mismo que con la anterior administración, situación que a la actual directiva no la tiene de contenta o estable en su modo de operar, al ser muchas las voces a las cuales atender y escuchar”, agrega.

“La Cooperativa, que hasta hoy funge como dueña del Cruz Azul, quiere el control total de su equipo, tomar parte en las decisiones y sobre todo ser partícipe de los logros, y esperamos que también de las derrotas. Las semanas han sido complicadas a nivel escritorio para Cruz Azul y serán aún más sino se pone un orden interno y se determinan funciones en todas las áreas”, sentencia Rodríguez en su columna.