Santiago Giménez se postuló para llevar la playera número nueve en la espalda esta temporada y se le condeció. Lo mismo hizo Ángel Romero, quien pidió la número diez para intentar revertir lo hecho por sus últimos portadores, quienes han quedado a deber por el peso que conlleva portar un dorsal emblemático dentro de Cruz Azul.
Ambos futbolistas se han convertido en las dos bases ofensivas del Cruz Azul de Diego Aguirre. A falta de la recuperación plena de Carlos Rodríguez, más la puesta a punto óptima de Uriel Antuna, el técnico charrúa confía en el delantero mexicano y el mediocampista paraguayo para cargar el peso en el ataque en este inicio de Apertura 2022.
Esta situación no ha pasado desapercibida en las oficinas, en donde ya se estaría trabajando en sus respectivas renovaciones. De acuerdo a palabras de Jaime Ordiales, quien este miércoles ofreció una gira de medios, desde el club se han puesto en contacto con el entorno de las dos figuras para acercar posturas en sus renovaciones.
Así lo informó el periodista Adrián Esparza Oteo desde TUDN, en donde asegura que todo está encaminado para llegar a buen puerto con ambas piezas. Santi termina contrato en junio del 2023, pero se le quiere asegurar por muchos más años al estar llamado a ser el jugador emblema de la próxima década.
Boca acecha
Romero, en cambio, culmina su vínculo en el mes de diciembre y desde ya se le quiere asegurar de cara al futuro. Cruz Azul también apura sus opciones con el guaraní después de que Boca Juniors haya mostrado interés en contratarlo.
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