Algo pasa con los últimos futbolistas argentinos que llegaron a Cruz Azul: ni Iván Marcone, ni Guillermo Fernández y mucho menos Walter Montoya han logrado consolidarse por más de una temporada en La Noria. ¿Razones? son diversas, pero todas con un denominador común: después del primer semestre, les llega la necesidad de emigrar.
Walter Montoya está a punto de extender la cesión con Racing de Avellaneda (Argentina) por una temporada más. El mediocampista que llegó con un perfil contrastado tras su paso por el Sevilla (España), deambuló por el Clausura 2018 y en ese mismo año hizo las maletas al Gremio de Brasil, incapaz de consolidarse al futbol aztecay mucho menos por la labor de intentarlo.
Su caso tiene semejanzas con el de Pol Fernández. El ahora jugador de Boca Juniors, solo disputó un semestre antes de repatriarse con el conjunto xeneize. Si bien su desempeño con La Máquina no desentonó, cayó mal en la directiva su empeño en volverse a Buenos Aires apenas a los seis meses después de su contratación.
Desde La Bombonera lo quieren comprar, pero no cuentan con el efectivo suficiente y han propuesto otras fórmulas de pago, pero desde La Noria se abocan a la cláusula de recisión: este conflicto entre ambos conjuntos lleva meses y aún no se avizora alguna soluciónLa situación de Montoya es menos traumática, pero igual de confusa: con la nueva oferta de Racing para extender la cesión, todo indica que el argentinono vestirá más la playera cementera,y aún no hay acuerdo entre las directivas.
Marcone el señalado. De los tres, el que más comentarios se ha llevado es Iván Marcone. Este si rindió y se ‘embolsilló’ a toda la afición cruzazulina, pero luego de una buena temporada, decidió poner rumbo a Argentina. Los tres llegaron con tintes de “estrellas” y se marcharon sin dejar siquiera una pequeña huella. ¿El problema son ellos o Cruz Azul?