Cruz Azul terminó el Guardianes 2020 bajo los reflectores de la enésima decepción en la Liga MX. La eliminación ante Pumas dejó secuelas irremediables que terminaron con el despido de Robert Dante Siboldi y la molestia del plantel celeste con la nueva directiva, quienes en un uso poco ortodoxo de su puesto, publicaron un video en donde criticaban con dureza al estratega uruguayo.
Terminada también la participación en la Concachampios, los cementeros buscaron dar un golpe sobre la mesa que trajera consigo una nueva dosis de ilusión para una afición desencantada y acostumbrada a varapalos semestre tras semestre. De allí la idea de firmar a un jugador de renombre, y el primer candidato en la lista fue el defensor argentino Marcos Rojo.
Además de un interés comercial y emocional que se buscaba con la contratación de un jugador internacional, los celestes también querían cubrir un hueco en la defensa que dejó la salida de Igor Lichnovsky a mitad del semestre anterior. Y a pesar de que hubo mucha incredulidad ante la posibilidad de firmar al defensor del Manchester United, Cruz Azul sí intentó por todos los medios hacer realidad ese fichaje… incluso si había que hacer un esfuerzo económico impropio de estos tiempos tras la situación financiera que dejó el paso de la pandemia.
De acuerdo al periodista argentino César Luis Merlo, Cruz Azul fue el más interesado en fichar a Rojo después de que el jugador anunciara sus intenciones de abandonar los Diablos Rojos. Siempre y según esta información, la oferta que presentó La Máquina superaba por mucho a las del Getafe (España), StadeRennais (Francia), Estudiantes de La Plata y Boca Juniors (Argentina), el resto de interesados.
No obstante, el nacido en La Plata se decantó por el conjunto xeneize al considerarlo el mejor vehículo hacia una posible vuelta a la Selección de Argentina. En la información del comunicador argentinotambién se remarcaque Cruz Azul ofrecía un salario de estrella que lo convertiría en el futbolista extranjero mejor pago en el plantel de los celestes.