Fue el 21 de abril del 2018 cuando todos lloramos el adiós del Estadio Azul. Cruz Azul disputó su último partido en la que fue su casa desde 1996 y la idea de que lo fueran a demoler nos partía el corazón.

No obstante, tras la mudanza de La Máquina al Estadio Azteca, hubo grandes cambios que no sólo mantienen en pie al recinto que el próximo 6 de octubre llegará a los 73 años de vida, sino que también lo siguen distinguiendo como uno de los grandes templos del deporte.

Aquí te dejamos algunos datos que no sabías del Estadio Azul desde aquella vez en que la pelota rodó por última vez con Cruz Azul como anfitrión.

1.- Demolición

No hubo noticia más triste que enterarnos que el amado Estadio Azul sería demolido una vez que el equipo celeste terminara su contrato de arrendamiento, sin embargo los planes para convertir en un centro comercial se vinieron abajo con la llegada del nuevo alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada, quien en entrevista para Mediotiempo aseguró que dicha zona no cuenta con los permisos para llevarse a cabo un proyecto comercial.

 “El Estadio Azul lo iban a convertir en centro comercial y es algo a lo que me he negado rotundamente por una razón: el uso de suelo del Estadio Azul no tiene permitido un centro comercial, tiene permitido un centro de espectáculos, un centro cultural, hospitales o escuelas. El concepto se llama Equipamiento Urbano”, apuntó.

“Desde la campaña certifiqué ese mismo uso de suelo (equipamiento urbano) y reiteré que nosotros íbamos a ser respetuosos del derecho que tienen los propietarios del Estadio pero tampoco vamos a permitir que se viole el uso de suelo”, sentenció la autoridad.

2.-  Liga de Fútbol Americano Profesional de México (LFA)

El inmueble de la Colonia Nochebuena volvió a ser casa del futbol americano estudiantil México y así será al menos hasta el 2020, ya que Alejandro Jaimes Trujillo, comisionado de la LFA, reveló el acuerdo al que llegó con el grupo empresarial Cosío Family, propietario del estadio, para disputar los partidos en su cancha, así como la temporada 2019 y el Tazón México IV que se llevó a cabo hace apenas unas semanas.

 “El Estadio Azul fue creado para jugar futbol americano y por eso surgió la idea. Vimos que debido al cambio de gobierno, se anunció que ya no se iban a construir más plazas y nosotros preguntamos si era posible jugar ahí. Llegamos a un acuerdo y se volvió a abrir el inmueble”, explicó Jaimes.

3.- Cambio de nombre

Cuando fue inaugurado el inmueble con capacidad para para 36,681 personas, el 6 de octubre de 1946, recibió el nombre de Estadio olímpico de la Ciudad de los Deportes, el cual cambió a Estadio Azulgrana con la llegada del Atlante como local en 1983 y finalmente Estadio Azul cuando se mudó La Máquina en 1996.

Es así que tras el regreso de Cruz Azul al Estadio Azteca, el recinto fue renombrado como Estadio Ciudad de los Deportes, así lo ha dado a conocer la LFA para sus encuentros.

4.- Partidos de futbol

El duelo entre Cruz Azul y Monarcas del Clausura 2018 no fue el último en el que la pelota rodó en la cancha del Estadio Azul, ya que el año pasado se disputó el duelo entre las leyendas de Cruz Azul y América y hace apenas una semana se llevó a cabo una edición más del Clásico Nacional entre las leyendas de Chivas y las Águilas, así como los mini torneos que realizan algunas escuelas infantiles de futbol.

5.- Cambios

Lo siguiente va directo al corazón. El estadio sigue siendo azul, pero ya no con el color vivo como cuando La Máquina lo mandaba a retocar, tampoco ondean las bandera en lo más alto de su circunferencia, ni la imagen de los jugadores en su fachada, pero es no es lo peor.

Ya no hay escudos de Cruz Azul que adornen sus puertas, ni sus paredes, los detalles relacionados con el equipo cementero se han ido borrando poco a poco y a la fecha son pocos ya los testigos que dan fe que ese recinto fue casa de uno de los equipos más grandes del país durante 22 años.

Por dentro tampoco quedan muchos rastros. Sus butacas pintadas que formaban la insignia de Cruz Azul en sus gradas más altas ya no están más, mucho menos las estampas que lucían en las vallas y paredes. El marcador luminoso que tantas veces informó los triunfos de La Máquina no enciende más.

Incluso, ni las porterías son las mismas, ya que hay que recordar que se las llevo el cuadro cementero tras su último partido.

Quedan los recuerdos y la nostalgia de 22 años, y queda también la alegría de saber que al menos hasta el próximo año el Estadio Azul no será demolido, no hay trámites para ello y aun cuando los llegaran a tener, las nuevas obras en la alcaldía de Benito Juárez deben cumplir con un proceso de revisión, un largo proceso de revisión y aprobación. Hay Azul para rato.