En el estadio Azul se vivió un enfrentamiento que terminó en el más tradicional de los empates. Cruz Azul y Pumas se topaban frente a frente en la jornada seis del certamen para darle a la Liga MX un interesante juego, sin embargo ambas escuadras se nulificaron debido a la similitud de sus defensivas por […]
En el estadio Azul se vivió un enfrentamiento que terminó en el más tradicional de los empates. Cruz Azul y Pumas se topaban frente a frente en la jornada seis del certamen para darle a la Liga MX un interesante juego, sin embargo ambas escuadras se nulificaron debido a la similitud de sus defensivas por lo que no pudieron empujar la pelota a las redes en más de una ocasión.PorPaau Jiménez Picco – Para Vamos Cruz Azul A lo largo del encuentro Cruz Azul mostró por qué los seguidores de la máquina dudan de que esta temporada, el cuadro azul logrará alzarse con el campeonato del Clausura 2013. Por momentos trabajaron de buena manera, y por otros dejaron a la escuadra de la UNAM atacar con bastante facilidad. La entrada en el Estadio Azul respondió a las expectativas del partido, sin embargo el marcador no. Poco más de 31,000 personas fueron las que asistieron al inmueble, con la esperanza de presenciar un emocionante y apasionado encuentro. Los aficionados de la UNAM siendo minoría, se hacían sentir en el Azul haciendo sus típicos cánticos pero la hinchada celeste sin quedarse atrás alentaba de la misma forma a sus 11 jugadores que darían todo en el duelo. El partido dio la entrada del primer y único gol celeste por medio de un penal envuelto en polémica y misticismo. El capitán celeste Gerardo Torrado recordó sus tiempos más hábiles en el balompie y desbordó por banda izquierda, se metió al área e intentó servir una diagonal. Marco ‘Pikolín’ Palacios el hombre qe estaba vendado debido a una abertura en la ceja, fue el encargado de que Torrado no concretara su accionar, sin embargo Paul Delgadillo consideró que lo hizo de forma desleal y marcó la pena máxima. Mariano Pavone convertiría el tanto desde los once pasos. Llegó la adversidad para la escuadra de los Pumas, misma que comenzó a mostrar su mejor despliegue en lo que va del campeonato y en el lapso del anterior. El cuadro universitario le demostró a los jugadores de la máquina que afinados y de forma ordenada pueden poner a sufrir a cualquiera. Con esto, el empate llegó eventualmente. Tras un gran servicio de balón al pie desde la media cancha, Eduardo Herrera tiró un remate soberbio que otorgó el empate que a la postre resultaría definitivo en el Estadio Azul. El artillero de los Pumas con una gran volea venció a Jesús Corona, quien había hecho una tarde de gran nivel y estupendo trabajo en la portería como nos ha tenido acostumbrados, sin embargo solo la estupenda volea de Herrera hizo que la grada estallara de forma sonora al grito de gol. A pesar del gol hecho por el delantero puma, el primer tiempo fue dominado por el conjunto cementero sin embargo, para el segundo tiempo el estratega celeste realizó un cambio que pareció descomponer totalmente al equipo. Decidió sacar al delantero Teófilo Gutiérrez para darle entrada al defensa Alejandro Castro, cambio que no tendría sentido ya que el marcador estaba igualado y lo que más se necesitaba eran hombres al ataque. Llegado el segundo lapso del juego en la capital del país, donde para desgracia del aficionado Cruz Azul y Pumas no se hicieron más daño en lo que respecta al marcador. Al final la igualada se consumó con estupendas atajadas del guardameta titular de la selección mexicana, Jesús Corona y con una atípica buena tarde de Alejandro “Pikolin “Palacios en medio de la frustración y calentura del partido, por no poder consumar su dominio sobre el visitante. El experimentado Gerardo Torrado salió expulsado al finalizar el encuentro por una entrada desmedida a Martin Romagnoli. Ambos conjuntos se quedarían al final en un duelo sin ganador. Un Cruz Azul que sigue invicto, pero no ha dejado de presentarle dudas al aficionado debido a sus vaivenes que presenta en lo que va de la fase regular, donde a lo largo de la misma demuestra todo, menos regularidad y un cuadro de Pumas que no puede encontrar el camino correcto y empieza a acostumbrar a sus aficionados a verlo como un equipo gris sin sed de victoria. Al final los aficionados cementeros seguirán esperando que Vázquez haga un equipo más competitivo, que tenga una mejor noción ofensiva con el balón y cometa menos errores en la marca y línea defensiva, con la esperanza de recomponer el camino.
