Christian Giménez
Cruz Azul sumó un nuevo fracaso al quedarse fuera de la liguilla y por si fuera poco, una vez más fue superado,indirectamente en esta ocasión,por el América, que sin sobrarlenada, hizo lo que la Máquina no supo hacer, ganar el partido decisivo para meterse a cuartos de final. En efecto, el empate frente a Chivas, que sin duda supo más a derrota, le dejó la mesa servida al conjunto de Coapa, que el domingo lo aprovechó para ganarle el lugar a la escuadra celeste entre los ocho finalistas del certamen. La inversión y los refuerzos que se hicieron presentes en el club cementero a principio de año, engrandecen la deuda futbolística que el equipo tiene desde hace tiempo con la afición cementera, que torneo tras torneo se entrega a la institución incondicionalmente y no siempre es correspondida por los integrantes del club. La misión en la previa de la fecha 17 del Torneo Bicentenario era muy sencilla, ganar para no depender de nadie más para calificar a la “Fiesta Grande”. El rival rojiblanco se presentó en el Azul con un cuadro muy debilitado que venía de tres derrotas seguidas y lleno de juveniles, por lo que la obligación de salir victorioso era aún más grande al no tratarse del equipo estelar del Guadalajara. Sin embargo, las fallas en la definición, así como el brillante papel del arquero de Chivas y el decepcionante error en defensa del brasileño Edcarlos, provocaron que el equipo de Enrique Meza tuviera que depender de otros, lamentablemente uno de esos otros era el América, que con su victoria, sumada a la del Pachuca y al empate de Morelia,desplazó a la Máquina de los cuartos de final. Ahora, sólo le queda un “salvavidas” al conjunto cementero, que el miércoles ante los Tuzos intentará mantener su ventaja obtenida en la final de ida y consagrarse campeón de la “Concachampions”, que significaría el primer título oficial del club desde 1997. ¿Lo conseguirá o seguirá vigente la maldición de los subcampeonatos? Redacción VamosCruzAzul.com Foto: Mexsport