En las últimas horas, la negociación entre Cruz Azul y Aké Loba, para convertir al delantero marfileño en nuevo refuerzo de la Máquina para el Clausura 2020 de Liga MX, se fue entrampando y cayendo.

Originalmente las primeras trabas eran económicas, pero según reveló Récord esta mañana, el derecho que tiene Tigres UANL sobre la compra de Loba (a pesar de que el pase pertenece a Universidad de San Martín de Porres) es otra de las razones que han retrasado el fichaje por la Máquina.

Tigres puede adquirir cuando quieran a Loba y hoy tienen la prioridad. Y siempre la tendrán. Y según explicaron en el periódico, ellos serían quienes compren al africano para revenderlo y hacer dinero con su carta.

La idea de los felinos es venderlo a Cruz Azul o al menos prestarlo, y Jaime Ordiales estaría negociando con Miguel Ángel Garza (presidente de Tigres) y no con algún directivo peruano.

Sin embargo, aún hay plazo para ficharlo, ya que Cruz Azul tiene hasta el 31 de enero para hacerse del comodín del jugador que no ha sumado minutos en Liga MX en el Clausura 2020. De todos modos, Robert Dante Siboldi puso el ultimátum. Si el lunes 6 de enero no se ha cerrado el fichaje de Loba, ya no va más.