La final entre Cruz Azul y el América del Clausura 2013 es recordada como uno de los momentos más trágicos en los 93 años del club celeste. La imagen del pie de Alejandro Castro desviando la pelota y anotando un autogol que revivió a Las Águilas, aun sobrevuela el ideario de La Máquina. Siete años después de aquel recuerdo, Yosgart Gutiérrez reveló un hecho notorio y que habla de la magnitud de esa jugada.
“Alex Castro tuvo que tomar algunas terapias, a lo mejor hablo de más, pero lo sé. La gente se pasó, no fue su culpa, para nada fue su culpa”, explicó Gutiérrez en una entrevista exclusiva para el diario Récord.
¿El único culpable? La crítica que hace el guardameta viene dada por todas las acusaciones que recibió Castro tras el encuentro. Foco de todas las críticas, y recipiente de todo el dolor general que causó perder una final contra el acérrimo rival, el jugador cementero de aquel entonces cargó con toda la culpa de un partido en donde fueron varios los que estuvieron por debajo de su rendimiento habitual.
“La gente de futbol sabe que esa pelota iba para afuera, para mala suerte Alex Castro se atravesó y la terminó metiendo, por lo que fue autogol”, refirió el excementero.
Ese 26 de mayo forma parte de la ‘Historia Negra de Cruz Azul’, y según cuenta el futbolista, para superar aquel bache encontró refugio y consuelo con la mejor medicina: la familia. “Fue muy doloroso, estábamos con el título en la bolsa, prácticamente ellos nos la sacaron de la bolsa. A mí me pegó mucho, estuve encerrado, lloré, pero me apoyó mi familia y salí de esa”.