Stephen Eustáquio llegó en enero de 2019 a Cruz Azul. Alcanzó a debutar por Copa MX, y en su primer partido en Liga MX fue expulsado cuando llevaba 4 minutos en cancha. El VAR lo ratificó, el árbitro le puso solamente tarjeta amarilla… y 18 minutos después sufrió una gravísima lesión en su rodilla.

Una cirugía, ocho meses de rehabilitación… y cuando recibió el alta médica, el DT de Cruz Azul ya era otro y no contaba con el portugués-canadiense en sus planes, por lo que lo hizo agarrar ritmo en la Sub-20 cementera y no lo consideró en el primer equipo.

Eustáquio fue de los primeros jugadores de la Máquina en ser incluidos en la lista de transferibles de cara al torneo de Clausura 2020 y, a su vez, fue de los primeros en encontrar nuevo destino, y llegó cedido por seis meses, sin opción de compra, al Paços de Ferreira de Portugal.

Hoy Eustáquio debe regresar a Cruz Azul una vez que termine el primer semestre, pero hay tres factores que hacen difícil esa realidad: el jugador desea quedarse en su país natal, el club donde juega hoy quiere extender ese préstamo, y Robert Dante Siboldi sigue sin tenerlo en sus planes.

¿Qué significa esto? Todo indica que la cesión del jugador será prolongada por un año más y que Eustáquio no regresará a Cruz Azul sino hasta que termine su vínculo o algún club decida comprar su pase. Lo que ocurra primero.