La salida de Ricardo Ferretti representó un duro golpe para el proyecto deportivo que encabeza Óscar Pérez, director deportivo de Cruz Azul, toda vez que él -en comunión con Víctor Velázquez, presidente del equipo cementero– decidió que el experimentado entrenador brasileño tomará el timón de La Máquina.

En tanto, el cese del Tuca evidenció el poco -¿o nulo?- peso que tiene el Conejo Pérez entre los directivos cementeros, pues no logró que Ferretti se mantuviera al frente del equipo y sucumbió ante la medida tomada por otros personajes (léase Jaime Ordiales).

Y justamente sobre la polémica figura de Ordiales, habló el Conejo. No hemos tenido una relación tan estrecha, confesó el ahora director deportivo de Cruz Azul.

“Pero cada que nos vemos -la verdad- sin ningún problema; hablamos bien y todo. Hoy él está cerca del presidente, y bueno, el presidente tendrá su respuesta ante esto (…) En la dirección deportiva no se ha metido, te soy sincero, no se ha metido. Todo lo hemos estado manejando con nuestra área”, señaló Óscar Pérez en entrevista con Multimedios.

De acuerdo con distintas fuentes, Jaime Ordiales funge como asesor de Víctor Velázquez, presidente de Cruz Azul. Y si bien su nombre no se refleja en el organigrama actual, es un secreto a voces ha estado implicado en los fichajes y salidas que se han hecho durante el presente mercado de pases.

¿Por qué regresó Ordiales a Cruz Azul?

“Las cosas como son: Ordiales regresó porque Óscar Pérez no ha podido con el trabajo. Con toda la pena del mundo, lo tengo que decir: Óscar es gran personaje de Cruz Azul, tremenda persona, pero no sirve para ser director deportivo. Entonces el ingeniero Víctor Velázquez tuvo que buscar a Jaime Ordiales para tomar decisiones”.

David Faitelson, durante el programa Futbol Picante de ESPN

De acuerdo con el controversial periodista, el pobre desempeño de Oscar Pérez en sus primeros meses como director deportivo de Cruz Azul, especialmente durante el presente mercado de fichajes, provocaron que el máximo dirigente cementero echara mano -¡una vez más!- de Jaime Ordiales.