En 2003, César Delgado era una de las jóvenes promesas más destacadas de Rosario Central. Pese a que aún su experiencia en la Selección Sub-23 y medalla de oro en los Juegos Olímpicos no llegaban, su nombre ya resonaba más allá de Argentina. En aquel año, desde Cruz Azul se llevaron al talentoso atacante, en una decisión que marcaría un antes y un después en su carrera.
Pero, hubo otro contendiente que estuvo cerca de arrebatarle a La Máquina a quien años más tarde se convertiría en una de las grandes leyendas de la institución cementera. El propio Chelito lo recuerda con claridad: “Viene la oferta de Cruz Azul y tenía para venir a Cruz Azul y Siena de Italia. Me decidí por venir a a Cruz Azul porque ya lo conocía, porque había jugado Copa Libertadores y dije ‘vamos, esta es la mía'”.

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El Siena es un club histórico de Italia, fundado en 1904, con una trayectoria centenaria en el fútbol italiano. Aunque en ese momento recién había ascendido a la Serie A, representaba la oportunidad de jugar en Europa, lo que lo hacía un contendiente serio frente a la propuesta mexicana.
Lo cierto es que el ex futbolista argentino se inclinó por llegar a Cruz Azul por el conocimiento que tenía debido a la histórica campaña del equipo de José Luis Trejo en 2001. “También Siena venía de ascender recién, entonces por ahí que me daba un poquito, no te digo de miedo, pero tenía que ir con mi esposa, mismo idioma, fútbol mexicano, Cruz Azul, Copa Libertadores“, explicó, desmenuzando.
Durante sus más de cuatro años en La Noria, Delgado creció a pasos agigantados. Jugó la Copa Libertadores, fue citado a la Selección Argentina Sub-23 y mayor (jugó la Copa América) y vivió experiencias intensas que lo prepararon para dar el salto posterior a Europa, en 2008. Una etapa que hace semanas reconoció como la mejor de su carrera.
¿Qué dijo César Delgado sobre su paso por Cruz Azul?
Su calidad y entrega lo convirtieron en uno de los jugadores extranjeros más queridos en la historia de Cruz Azul, dejando una huella imborrable en la afición, pese a no haber conquistado un título de Liga MX. “De los 23 años hasta que me fui del club, esos cuatro años y medio fueron muy intensos. Me citaron a la Selección, participé en Copa América, Copa Confederaciones y Juegos Olímpicos. Fue una etapa en la que crecí muchísimo como jugador y como persona”, compartió.
Semanas antes, el Chelito había dejado en claro la importancia que tuvo el club cementero en su desarrollo y su relación con la afición. “Cruz Azul fue lo mejor que me pasó en México. El estilo de juego me venía bien y el club me permitió mostrarme a nivel internacional. Siempre guardaré un cariño especial por la afición y por todo lo que viví ahí”, concluyó.





