Hace varios años, en Argentina, Alejandro Nanía tomaba las riendas de las divisiones juveniles de Nueva Chicago sin saber que, al abrirle las puertas a un joven entrenador llamado Nicolás Larcamón, estaba encendiendo la chispa de una historia que hoy tiene a todo el futbol mexicano expectante.
Poco más de una década después, el destino vuelve a cruzar sus caminos, aunque de manera simbólica, con Larcamón enfrentando el reto más grande de su carrera: dirigir a Cruz Azul. Y Nanía, en una conversación exclusiva con Vamos Azul, no duda ni un segundo en afirmar que su ex colaborador “está para dirigir lo que sea”.

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Mientras la afición celeste espera con ilusión el inicio de la era del entrenador argentino, Alejandro Nanía no titubea: “Tiene las condiciones para dirigir lo que sea, porque le da las herramientas a los jugadores para que lleguen de la mejor manera y con todo trabajado al día del partido”.
Claro que, en sus palabras, el éxito no depende solo del técnico: “Después hay otros factores. Los que ejecutan esa idea son los jugadores. Y también está esa cuotita de suerte que se necesita”.

Nicolás Larcamón fue parte del cuerpo técnico de Alejandro Nanía en Nueva Chicago. (@SentimientoVyN)
“Está en el momento justo para agarrar un equipo que tenga protagonismo”, aseguró, convencido de que posee la capacidad, la oratoria y el trabajo minucioso que exige un club como La Máquina. Porque si algo aprendió Larcamón en aquel entonces, fue que un entrenador debe saber transmitir su mensaje y, sobre todo, adaptarse a las realidades de sus planteles,
¿Cómo empezó la carrera de Nicolás Larcamón en Argentina?
Alejandro Nanía, por entonces coordinador de las inferiores de Nueva Chicago, buscaba talentos no sólo entre los futbolistas… sino también en los banquillos. Fue en ese contexto cuando escuchó hablar de un joven entrenador que hacía un buen trabajo dirigiendo apenas a unas cuadras del club.
“Siempre me quise rodear de gente capaz. Me habían hablado bien de él, así que lo fui a buscar. La primera vez no pudimos llegar a un acuerdo, pero al año siguiente lo volví a buscar y ahí lo pude convencer. Así que gran parte de su carrera es por mi insistencia”, relata Nanía entre risas.

(X @NLarcamon)
Nico comenzó dirigiendo una categoría juvenil en el Torito, y su talento no tardó en asomar. “Ya se le veían las condiciones en la forma de hablar, de expresarse, de transmitir. Tiene los conceptos bastante claros”, lo describe Nanía, quien pronto lo sumó como ayudante en la Reserva y más tarde en la Primera, durante un interinato histórico cuando Nueva Chicago estuvo en Primera División.
Las cualidades de Larcamón que destacaron en sus comienzos
Para Nanía, Larcamón no era solo un ayudante más: “Podía ser tranquilamente el técnico principal. Era una cuestión de que yo era más conocido en el club. Pero él ya de entrada estaba para otra cosa. Siempre se fue perfeccionando. Es un pibe que se dedicó de pleno al fútbol, dejando muchas cosas personales de lado”.
Y es que, detrás del técnico meticuloso que hoy comanda Cruz Azul, hubo un joven obsesionado por crecer. Larcamón no solo devoraba partidos y pizarras tácticas en Chicago; también buscaba nutrirse afuera. “Después hizo viajes a Barcelona, a ver entrenamientos. Siempre se fue formando”, cuenta.
Ese perfeccionismo se reflejaba en el día a día. “Ya cuando estaba conmigo de ayudante se le notaba que estaba en sintonía, que podía ser el técnico principal. En analizar, en los detalles, en todo lo que hoy se ve. No estaba para ser número dos”, afirma Nanía. Y agrega un detalle que explica mucho de su actual éxito: “Tiene una oratoria muy clara, tranquila. Eso lo ayuda. El jugador rápido capta lo que él quiere”.

(X @NLarcamon)
Incluso siendo muy joven, Larcamón se plantaba ante futbolistas mayores que él. “Ese, para mí, era un punto a favor. Muchas veces dirigió jugadores que eran más grandes que él, y no tenía inconveniente. El jugador lo escuchaba porque veía en Nico una capacidad que lo hacía escuchar”, destaca Nanía, revelando un rasgo clave para entender el liderazgo que hoy lo tiene al frente de La Máquina.
¿Cómo jugaría Cruz Azul con Nicolás Larcamón?
Consultado sobre el estilo de juego que Larcamón podría imprimir en Cruz Azul, Nanía es tajante: no se ata a un solo libreto. “Creo que se adapta a los jugadores. Si agarra un equipo en mitad de un torneo, se va a adaptar al mejor sistema funcional que le venga al plantel”, explicó.
Sin embargo, dejó pistas del esquema que seduce hoy al estratega celeste: “Últimamente, le estaba gustando jugar con línea de tres: un 3-4-2-1, formando un cuadrado en el medio, bastante flexible el sistema”.

Nicolás Larcamón buscará imprimir su sello personal en Cruz Azul. (Especial)
Larcamón buscaría centrales capaces de sostener esa línea de tres y carrileros con recorrido, apostando siempre por futbolistas “dinámicos, de buen pie y con buen primer pase”. Una identidad coherente con lo que trabajaron juntos en Nueva Chicago: presiones, juego de superioridad y la obsesión de que todo ejercicio tenga un sentido táctico.
“Él pregona equipos dinámicos, que trabajen ejercicios ligados a identificar presiones y juego de superioridad. Coincidimos mucho en la idea de qué hay que trabajar en la semana y lograr rápido ese funcionamiento”, relató Nanía, quien se reconoce orgulloso de ver reflejadas algunas de sus enseñanzas en los equipos del hoy DT cementero.