Una de las grandes noticias que recibió todo Cruz Azul en el último fin de semana fue el regreso de Gabriel Fernández a los campos de juego. Aunque había dudas de su participación, finalmente el Toro tuvo la oportunidad de jugar 60 minutos en la victoria de la Sub-23 frente a Puebla. Si bien se encuentra en óptimas condiciones físicas para estar con el primer equipo, la intención del cuerpo técnico es que gane ritmo de competencia.
La realidad es que el Toro hasta marcó un golazo en su regreso a las canchas, por lo que hay muchas expectativas de verlo nuevamente al mando de Martín Anselmi. El plan es que el delantero uruguayo pueda recuperar su mejor versión para el inicio de la liguilla, instancia que todavía no pudo disputar desde su llegada al club. A pesar de que en Pumas fue clave en las eliminatorias que jugó en 2023, la lesión en su rodilla le impidió mostrar su valía en esa clase de partidos calientes.
Teniendo esto en cuenta que Cruz Azul se enfrentará a Juárez, el entrenador argentino tomó una contundente decisión con el Toro Fernández: titular con la Sub-23 y suplente con el primer equipo. De esta manera, no solo tendrá la oportunidad de seguir agarrando ritmo, sino que también podría tener minutos en el duelo que se disputará en el Estadio Ciudad de los Deportes. Por supuesto, todo dependerá tanto de cómo haya finalizado el partido el uruguayo, y de cómo se desarrolle el juego principal contra Bravos.
Más allá de que las expectativas por ver al Toro nuevamente con el primer equipo están por los cielos, hay que llevar su regreso de manera inteligente. Cuando se vuelve de esta clase de lesiones ligamentarias, suelen aparecer molestias musculares a raíz de la larga inactividad. Por ende, se le está haciendo un seguimiento importante para que no sufra ninguna clase de lesión secundaria por apresurar los procesos.
El rol que tendrá Toro Fernández en el sistema de Martín Anselmi
En los últimos partidos, el entrenador argentino ha utilizado un sistema en donde Luis Romo es quien acompaña a Giorgos Giakoumakis en la presión a la defensa rival. Sin embargo, el volante de 29 años retrocede para hacer relevos cuando se recupera el balón y comienza la faceta ofensiva. Por lo tanto, resultará curioso ver dónde es utilizado el Toro Fernández dentro de esta composición.
Todo indica que el uruguayo es visto como un acompañante del delantero centro y no como una referencia, por lo que no competiría con Giakoumakis o con Ángel Sepúlveda por un puesto. Lo que sí afectaría sería la mitad de cancha, en donde Luis Romo o Carlos Rodríguez deberían ser los sacrificados. Está claro que la titularidad del Toro recién se daría en los últimos partidos de la fase regular.