Una metodología de fichajes que se encuentra muy arraigada a la historia de Cruz Azul es que busca talento en el futbol sudamericano. En las últimas décadas hay una lista incansable de apellidos que llegaron a La Noria después de mostrar cualidades interesantes en Sudamérica. Esto no solo se limitó a futbolistas de renombre, sino que también sucedía con promesas que podían explotar en la Liga MX.
Sin ir más lejos, uno de los casos más recientes fue el de Kevin Castaño, quien fichó por La Máquina en 2023 y rápidamente dio el salto hacia Europa. Sin embargo, al existir tantos antecedentes, hay ejemplos que no terminaron saliendo como se esperaba. Por supuesto, el primer nombre que aparece en la mente de los aficionados es Iván Morales, alguien que decepcionó fuertemente.
Aún así, casi una década antes de la llegada del chileno había sucedido algo todavía peor con una joya colombiana. Este caso es el de Carlos Lizarazo, un volante ofensivo que prometía convertirse en una gran estrella del futbol mexicano. El nacido en Cali fue contratado por Cruz Azul en 2015 luego de haber tenido temporadas muy buenas con Deportivo Cali.
Si bien es cierto que no había tenido experiencia con la selección colombiana para cuando fichó por La Máquina, sí era un jugador muy interesante en la liga de ese país. En el Verdiblanco era una pieza fundamental ya que su juventud le agregaba atrevimiento a su equipo. Lo insólito es que Lizarazo ni siquiera llegó a debutar con la playera celeste.
Más allá de que sí sumó minutos con la Sub-23, nunca pudo ganarse un lugar ni con Luis Fernando Tena, ni con Sergio Bueno. Es evidente que el hecho de haber sido parte de la Era Boing de Cruz Azul tampoco ayudó para que pueda tener una buena adaptación a México. No obstante, su carrera no volvió a despegar una vez que dejó La Noria en julio del 2017.
Carlos Lizarazo se retiró prematuramente del profesionalismo
La realidad es que el colombiano nunca logró volver a mostrar aquella gran versión que tuvo en sus primeros años de carrera. Después de su salida de Cruz Azul, Lizarazo deambuló por varios equipos del futbol colombiano: América de Cali, Once Caldas, Independiente Santa Fe y una segunda etapa en Deportivo Cali. En ninguno de ellos pudo consolidarse como titular, por lo que terminó yéndose por la puerta de atrás.
Lo realmente curioso es que a sus 33 años decidió dejar de jugar al futbol al no encontrar un equipo. Su último contrato profesional fue con Independiente Santa Fe y finalizó en enero del 2023. Actualmente se lo puede ver en redes sociales disfrutando de su familia.