La historia de Rómulo Otero en Cruz Azul representa uno de esos fichajes que generaron grandes expectativas pero terminaron en decepción. El mediocampista venezolano llegó en 2021, después de su paso por Atlético Mineiro y recién terminada su participación en la Copa América con la selección de Venezuela, lo que a priori auguraba un refuerzo de calidad.
La asignación del emblemático dorsal 10 en su playera elevó aún más las expectativas sobre su desempeño. Sin embargo, el futbolista venezolano nunca logró consolidarse en el esquema de Juan Reynoso, acumulando apenas 10 apariciones y un solo con la casaca celeste, muy por debajo de lo esperado.
Tras su breve paso por La Máquina, que concluyó en julio de 2022, Otero ha mantenido un patrón peculiar en su carrera: estancias de aproximadamente un año en cada club que lo ha fichado. Esta tendencia continuó en sus posteriores experiencias con Fortaleza, Aucas y el Santos de Brasil, logrando el ascenso gracias a uno de sus tantos.
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Pero tal y como indica su carrera, Otero nuevamente cambió de equipo en este año que está por terminar. Pese a que tenía la chance de jugar en la elite de Brasil, el mediocampista ofensivo decidió mudarse de país y recalar en Uruguay, en este caso para vestir la camiseta de Nacional de Montevideo.
El mítico club sudamericano, ganador de la Copa Libertadores en tres oportunidades, anunció en sus redes sociales la flamante incorporación. Además, el contrato del futbolista es de 2 temporadas y tendrá la chance de enfrentar a los mejores equipos del continente, ya que el Bolso jugará nuevamente el certamen internacional más importante de Conmebol.
Los fanáticos de Nacional, felices con Otero
Pese a que está catalogado como un trotamundos, los aficionados uruguayos celebran su llegada por un rol particular: la gran pegada de Otero en los tiros libres. Así lo hicieron saber al comentar la mencionada publicación en donde anunciaban a este fichaje. Sin dudas, se seguirán todos sus acontecimientos bien de cerca.