Marcelo Carrusca no tuvo un paso destacado por Cruz Azul, en donde llegó cedido por una temporada, aunque solamente pudo jugar en los primeros seis meses. Corría la temporada 2007/2008 y el argentino buscaba volver a asentarse en el futbol, tras su estadía en Europa con la playera del Galatasaray.

En diálogo exclusivo con Vamos Azul, el Chelo reveló que antes de darle el sí a La Máquina había descartado dos interesantes ofrecimientos. “Tuve una oferta para ir a Boca y también para ir a River, así que tuve que llamar a los dos clubes, aunque al final no se dio. Esas cosas que se hablan y al final no se llevan a cabo pasan, y al final me terminé yendo a Cruz Azul“, recordó.

Con muchas esperanzas, Carrusca afrontó el desafío y hasta dijo sentirse muy bien en un principio, pero pasaron cosas. “Tuve un sabor amargo por cómo terminó todo: los primeros seis meses fueron de menor a mayor, tuve buenos compañeros, teníamos un muy buen equipo, un técnico increíble cómo Benjamín Galindo que me enseñó un montón de cosas”.

Sin embargo, una compleja lesión lo complicó más de la cuenta: “Lamentablemente tuve la mala suerte de romperme la clavícula cuando estaba en mi mejor momento jugando la Concacaf en Estados Unidos. También tuve la mala suerte de encontrarme con médicos en México que cometieron muchos errores y eso me perjudicó“, reveló el ex 10.

“Lamentablemente los últimos seis meses no pude jugar y también me tuve que volver a Turquía. Me quedo con lo bueno que fue conocer muchas buenas personas, futbolísticamente obviamente no me fue como yo quería“, resumió sobre su breve ciclo el hoy ex jugador de 42 años.

La actualidad de Marcelo Carrusca en Oceanía

El ex mediocampista ha encontrado una nueva pasión en la enseñanza del deporte: dirige su propia academia de fútbol, un proyecto que inició seis años atrás mientras aún jugaba profesionalmente. “El año pasado Adelaide se me acercó y me ofreció trabajar para ellos, comprarme mi academia y empezar a desarrollar las academias del club, que no tenía nada en ese momento”.

“Solamente algunas ‘school holidays’ que se les dice acá en las vacaciones de los colegios siempre hacíamos algo juntos, pero nada más, era cuatro veces al año. Me ofrecieron esos cinco años de contrato, trabajar y volver al club. Para mí era lindo volver al club de nuevo, ser parte de la institución que estoy tan agradecido con ello, que me dio la oportunidad de venir acá”.

“Todavía sigo siendo el director de fútbol ahí, tengo eso como un trabajo durante las mañanas. Además tengo un programa que lo creamos con un psicólogo y una maestra que se llama ‘Positive Me‘, con el fin de trabajar la psicología en los chicos de 5 a 12 años y ayudarles, educarlos por el fútbol y tratar de que se desarrollen con una mejor mentalidad, que puedan aprender también cuando estén jugando al fútbol, lecciones que nos da la vida también”.

El ex Cruz Azul trabaja a diario con los niños en Australia (Foto: Instagram marcelo_carrusca_10).

Soy el que maneja las academias, todos los programas que tenemos de los chicos de 5 a 15 años, íbamos creciendo día a día. También, cuando me retiré, me ofrecieron ser el director de fútbol de un colegio de acá de la ciudad que es muy conocido, se llama Christian Brothers College y estoy hace casi 5 años atrás ya“.

Es es un poco añadir a lo que nosotros estamos siempre acostumbrados en los clubes, que siempre se habla de esas cuatro patas de la mesa, que es la parte física, técnica, táctica y psicológica. Y para mí esa cuarta es la más importante. Vimos que no había programas en eso y yo con mi carrera sufrí bastante por no tener esa mentalidad que me hubiese llevado a otro nivel en lo futbolístico”, cerró sobre el tema.