En Cruz Azul hay doble motivo para festejar. Si este domingo se rinde honores a los que cumplen el rol de padre en sus respectivas familias, también hay razones de sobra para celebrar el último informe médico que emitió el servicio médico del equipo: Pablo Aguilar ha recibido el alta médica y desde ya podrá entrenar con el resto de sus compañeros.

Después de la rotura de ligamentos cruzados de su rodilla derecha, los peores presagios rodearon el panorama de La Máquina. Y tras su operación el pasado mes de febrero, de seis a ocho meses se estipulaba la recuperación total del zaguero de 32 años; sin embargo, y con pandemia de por medio, el paraguayo ha podido acortar los tiempos de recuperación y se habla de una posible vuelta a los terrenos para mediados del próximo Apertura 2020.

 

A pesar de las buenas nuevas, Aguilar aun deberá hacer un trabajo personalizado durante los próximos 15 días, en donde todo la carga estará orientada a una readaptación física para volver a un ritmo adecuado con el resto de sus compañeros en la plantilla. 

A la vuelta del experimentado defensor se suman las de Milton Caraglio y Yoshimar Yotún, los otros dos jugadores que terminaron el Clausura en la enfermería. Con la recuperación de estos tres elementos, el plantel de Robert Dante Siboldi estaría a pleno para el inicio del próximo torneo, en donde se ve al equipo con altas posibilidades de continuar el buen rendimiento que obtuvo en el campeonato que fue suspendido a raíz del coronavirus.

Desde las oficinas de La Noria aún se intenta concretar la llegada de un defensor de perfil izquierdo para reforzar la zaga: con la probable vuelta del paraguayo, sumado a Igor Lichnovsky, Luis Romo y Julio César Domínguez, la directiva aún ve espacio para el arribo de otro jugador.