Hace un año exactamente se disputaba la segunda jornada del Torneo Apertura 2019 que marcó el fin de la carrera de Óscar ‘Conejo’ Pérez y lo hizo cerrando un ciclo perfecto: con Cruz Azul y en el Estadio Azteca, mismo equipo y similar escenario en el que comenzó una trayectoria de lujo.
Pero fueron 26 años que pasaron desde su primera presentación en 1993 y allí fue que todo arrancó. En su recorrido disputó 740 partidos, récord en la Liga MX y su último encuentro fue con 46 años, siendo el segundo futbolista más longevo en disputar un partido en el campeonato mexicano por detrás de Salvador Reyes, quien lo hiciera con 71.
Tal fue el paso por sus canchas que uno de sus dos títulos fue el último en la historia de la Máquina Cementera en el Verano de 1997, cuando empezaba a asentarse como titular indiscutible y que llevó a la gloria al equipo. Tiempo después lo haría con Pachuca casi 20 años después.
Hoy es parte del cuerpo técnico de Robert Dante Siboldi, como preparador de porteros, llevando las riendas de un grupo bastante privilegiado de guardametas con los que cuenta nuestra institución: el experimentado José de Jesús Corona y los prometedores jóvenes Andrés Gudiño y Sebastián Jurado.
“Me gustaría seguir ligado al futbol. Es mi vida, es mi pasión, es lo que me encanta hacer. Me gusta transmitir mi conocimiento, ayudarle a los chavos, me llama mucho la atención lo formativo. Me gusta colaborar con la gente para que logren sus sueños”, dijo Pérez hace un año. Hoy lo cumple con Cruz Azul.