Llegó a Cruz Azul con el cartel de ser uno de los mejores jugadores del futbol de Colombia. Carlos Lizarazo venía proveniente del Deportivo Cali, club donde debutó profesionalmente, y al cual se le pagó cerca de 1 millón de dólares por el 100% de los derechos federativos del volante.

Fue presentado a la par con Antonio Pedroza, Roque Santa Cruz y Alemão, y él con el delantero paraguayo eran quienes más expectativas levantaban. ¿El problema? No fueron cumplidas, y Lizarazo siquiera alcanzó a hacer su estreno oficial en una cancha con el jersey celeste ese 2015.

Una lesión cuya recuperación duraría apenas dos semanas, terminó extendiéndose por meses y meses, y el mediocampista cafetero nunca pudo estar disponible para jugar. Y la salida de Luis Fernando Tena del primer equipo, que le dio breve paso a Sergio Bueno, y luego a Tomás Boy, dejó a Lizarazo sin tener un técnico al cual aferrarse.

A seis años de su presentación oficial en Cruz Azul, el colombiano es recordado como el "fichaje fantasma" del equipo, y cuando llevaba 12 meses en la institución fue cedido al FC Dallas, donde jugó apenas 178 minutos pero anotó dos goles. Y como era obvio, no hicieron uso de la opción de compra y terminó llegando al Atlético Bucaramanga.

Hoy Carlos Lizarazo tiene 29 años y se encuentra sin club, luego de que terminara su vínculo con Deportivo Cali. En la Máquina sigue siendo recordado como uno de los peores fichajes en la historia de la institución y es el "niño símbolo" de las malas prácticas del pasado y que hoy deben ser erradicadas.