Después de la derrota sufrida ante Pumas en semifinales, gran parte de los analistas concluyeron en que el aspecto mental sería el más difícil de superar para Cruz Azul. Este diagnóstico fue el mismo que dictó Juan Reynoso en su llegada al banquillo, y afirmó que pasarían varias semanas hasta que el plantel hiciera un 'borrón y cuenta nueva' en la cabeza.

A pesar de todas las alarmas que encendió la debacle ante los felinos, Cruz Azul solo enfocó sus esfuerzos en las semanas posteriores a la derrota en reforzar al equipo con caras nuevas, y dejó de lado el trabajo mental que conlleva superar una caída que derivó en la salida del propio entrenador y el aparente desarraigo de varios futbolistas de la plantilla.

Ignacio Rivero, refuerzo del anterior torneo, explicaba los primeros síntomas de lo que se vivía en la interna del equipo. "Falta trabajar el apartado mental, y aquí no se ha hecho desde que llegué", dijo en una entrevista. Y es que los cementeros no poseen un profesional de la materia que ayude al equipo en situaciones de estrés. 

Para mayor dolor en la herida, un rival directo como Chivas de Guadalajara se ha reforzado con el coach mental que trabajó con La Máquina. Se trata de Bernardo Angulo, quien formó parte de Cruz Azul desde el año 2018 hasta que presentó su renuncia hace unos meses. Según sus propias palabras, "nunca tuve espacio de desarrollar mi trabajo".

Los frutos del trabajo de Angulo ya han empezado a dar sus frutos en El Rebaño. Desde la semana pasada el coach empezó algunas dinámicas con el plantel de Victor Manuel Vucetich, y el mismo equipo que había empezado el Guard1anes 2021 con dos derrotas y dos empates, logró su primer triunfo el pasado fin de semana, ¿casualidad?