A pesar de que todo lo que brilla es oro en este presente triunfal de Cruz Azul, los cementeros tienen cuentas pendientes para el próximo mes de junio. Varios elementos de la plantilla actual terminan sus relaciones contractuales con el equipo, y a solo tres meses del finiquito, aún no se habla de renovaciones.

Uno de los casos que más incertidumbre ha generado en la afición y en el propio entrenador Juan Reynosoes el de Ignacio Rivero. Nacho llegó hace casi un año en calidad de cedido por parte de Xolos, y a pesar de que en sus primeros seis meses tuvo un papel secundario con Robert Dante Siboldi, con el timonel peruano ha pasado a ser indiscutible en lasalineaciones.

Y es que la polifuncionalidad del charrúa lo ha hecho ser una pieza de vital importancia para Reynoso, que lo ha utilizado de mediocampista central, lateral por izquierda, lateral por derecha, y hasta de extremo ofensivo. Todas estas condiciones han hecho que las voces más cercanas al club celeste pidan haceruso de la opción de compra que pesa sobre el contrato firmado, y que se fijó en tres millones de dólares.

Sin embargo, la economía de los cementerosno está para grandes gastos, por lo que han intentado rebajar esa cantidad con el club de Tijuana. De acuerdo a informaciones recientes, Cruz Azul está por la labor de hacerse con el pase del jugador siempre y cuando puedan bajar esa cantidad de dinero o si hay la posibilidad de extender por otro año el préstamo.

No obstante, y según información del diario El Universal Deportes, desde Xolos no tienen ninguna intención en aceptar las condiciones que llegan desde La Noria, y pedirán los tres millones netos que se establecieron hace un año durante las negociaciones. Nadie contaba con que arreciaría una pandemia que paralizaría la economía, pero los del Tijuana están haciendo caso omiso a la premisa y piensan sacar la mayor ‘tajada’ por su mediocampista.