Igor Lichnovsky llegó al Cruz Azul como refuerzo proveniente del Necaxa como un defensor de mucha proyección, con un currículum envidiable a los 25 años de edad ya que hasta ahora ha vestido la camiseta de clubes importantes como Universidad de Chile, Porto B, Real Valladolid y el Sporting de Gijón, sin embargo sigue trabajando para convertirse en un referente de la Máquina. 

El defensor de nacionalidad chilena se abrió ante la prensa como nunca antes y contó detalles de su infancia que nadie conocía. 

"Yo me crié en una casa sin ventanas y sin techo por una estafa que le hicieron a mi madre tras la muerte de mi padre. La casa estaba en construcción y cuando el falleció quedó así. Recuerdo cuando llovía, mi hermano se subía al techo a poner tejas para que yo no me mojara", contó Igor. 

El vivía junto con su mamá y su hermano, a quienes agradece enormemente por todos los sacrificios que hicieron por él. 

"A los 11 años yo veía mi plato de comida y tenía mi trozo de carne, arroz, todo bien completo y cuando veía el de mi hermano no era así. Les agradezco públicamente todos los sacrificios que hicieron por mi", dijo el chileno, visiblemente nostálgico. 

El haber pérdido a su padre tan pequeño fue una de las cosas más difíciles que le tocaron a Igor y admite que esto lo llevó a una etapa de rebeldía que lo estaba llevando por el mal camino. 

"A los 19 años me salió la oportunidad de ir a Europa y fui porque era lo que me habían inculcado de niño, pero en ese tiempo era otra persona. Me acuerdo de muchas actitudes que tuve que me gustaría nunca haber tenido", expresó Igor 

A sus 25 años asegura ser una persona diferente y que todo lo que vivió en el pasado lo ha convertido en lo que es hoy en día como persona. 

"Yo estaba en mi mundo y vivía como yo creía que podía vivir. Andaba peleandome en la calle, rayando paredes, amanezando gente porque tenía mi grupito. Me tocó pelearme un par de veces a las manos en la cancha. Cosas vergonzosas", continuó explicando

Según sus palabras el haber encontrado la instrucción de Dios lo llevó a salirse de esa mala vida que ponía en riesgo su carrera. 

"De momento tienes muchas facilidades para conseguir cosas con dinero, podía gastar dinero en autos lujosos y no pensar en que ese dinero lo necesitas para suplir tu futuro después del fútbol", concluyó Lichnovsky.