Cuando Iván Marcone dejó Cruz Azul su idea era clara: jugar en Boca Juniors sería el trampolín más adecuado para llegar a la selección argentina. Año y medio después, el mediocampista argentino está condenado al ostracismo en el club de La Bombonera y además se molesta por redes sociales con Independiente de Avellaneda porque el club de la provincia de Buenos Aires renuncio a acometer su fichaje… vueltas que da la vida.

Marcone lo fue todo para La Máquina: querido por la afición y respetado en el vestuario, su talante lo hizo ser el timonel del mediocampo que hacía mucho los cementeros no encontraban. A pesar de no obtener el campeonato en el Apertura 2019, las sensaciones que dejó el porteño emocionaron a todo el panorama de los celestes, que se hacían con un jugador importante que los conduciría a superar la sequía de campeonatos.

Nada más lejano de la realidad: meses después de su llegada, y consciente del momento en que vivía, Boca le “susurró” al oído y este no se hizo de rogar. Hacía las maletas al xeneize en busca de llegar a la albiceleste. Con una temporada irregular, fue perdiendo terreno en el centro del campo hasta que su lugar más regular fue el banquillo.

De ser la segunda compra más cara en la historia de Boca (5 millones de dólares), Marcone ha pasado a ser utilizado por moneda de cambio en un canje con Independiente, que, además, vive una situación económica inestable y renunció a su idea de hacerse con el excementero; situación que llevó al futbolista a quejarse públicamente por redes sociales.

"Entonces al final ustedes no me quieren. Yo estoy haciendo un esfuerzo grande para que la operación se dé pero ustedes no quieren largar a Romero. Me hicieron perder el tiempo", publicó el diario Olé unas declaraciones que según habría dicho Marcone. Sin resolver su futuro y con la intención de Boca Juniors de traspasarlo, pareciera que la decisión de hace año y medio de dejar Cruz Azul todavía le está pesando.