Nada hacía presagiar que el 20 de junio de 2001 se convertiría en un día mítico. Fue ese día, hace 19 años, cuando Cruz Azul recibió a Boca Juniors en un estadio Azteca repleto, en un juego válido por la final de ida de la Copa Libertadores convirtiéndose así en el primer equipo mexicano en disputar una final del torneo internacional.

Más de 115 mil aficionados colmaron el Coloso de Santa Úrsula para ver el partido que pasaría a la historia de la Máquina. Boca se llevó la victoria por uno a cero rumbo a Argentina, con gol de Marcelo Delgado a los 85 minutos, ocho días antes del partido de vuelta que los coronaría finalmente como campeones.

El once celeste para enfrentar a los Xeneizes estuvo compuesto por Oscar Pérez; Norberto Ángeles, Sergio Almaguer, Melvin Brown, José Hernández; Pablo Galdames, Víctor Gutiérrez, Julio Pinheiro, Ángel Morales; José Saturnino Cardozo y José Francisco Palencia. Además, entraron como suplentes Tomás Campos y Héctor Adomaitis.

José Luis Trejo fue el entrenador de Cruz Azul en dicho partido y, contra todo pronóstico, en Boca Juniors fue titular uno que a la postre se convertiría en ídolo de Cruz Azul: Christian Giménez saltó a la cancha desde el minuto 1 y salió a los 60' de cambio por Delgado, que luego anotara el gol del triunfo.

En ocho días más se jugará la final de vuelta y, pese a que Cruz Azul se llevará la victoria por 1-0 en el tiempo reglamentario, Boca Juniors ganará por 3-1 en los penales y se quedará con el trofeo de campeón de la Copa Libertadores 2001. Pero la Máquina pasó a la historia con esta final y hoy, 19 años más tarde, la recordamos como si fuera ayer.